Las mamás no solo son un pilar de sus familias, sino que además siguen su lucha por ganar más espacios laborales en México, opina experta del Tec

La maternidad no solo confiere a la mujer la responsabilidad de crianza, sino que también cambia en cómo se percibe a la mujer en la sociedad y en su lugar de trabajo, señaló la Dra. Luz María Velázquez, profesora del Tec del Monterrey.

La docente de Ética y Equidad de Género de la Escuela de Humanidades y Educación dijo que las madres trabajadoras se han vuelto un símbolo de fortaleza, tanto en sus hogares como para el resto de la población.

La Dra. Velázquez dijo que la inserción y crecimiento de las mujeres en la fuerza laboral, particularmente de madres o mujeres embarazadas, ha sido lento, caracterizado por la presencia de obstáculos que todavía se presentan.

“Las mujeres hemos conciliado nuestra vida familiar, personal y laboral para insertarnos en el espacio público de trabajo. Claro que todavía hay muchos retos en cuanto a remuneración, equidad y paridad”, explicó la Dra. Velázquez.

La especialista analiza para CONECTA, con cifras oficiales, el papel de las madres trabajadoras de México.

¿Cuántas mamás trabajan hoy en México?

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía (INEGI), en el país residen actualmente 48.6 millones de mujeres de 15 años y más, de las cuales 72.4% son madres, un equivalente a 35.2 millones.

En cuanto a madres trabajadoras, hay 15 millones 785 mil en el país, que representan 72.9% de la población femenina económicamente activa en el país.

“Ser mamá es un acto de libertad, no un mandato de género. Siendo madre una puede seguir con su carrera profesional, solo que sí hace falta que haya corresponsabilidad”, reflexionó la Dra. Velázquez.

En 2020, la tasa de participación económica de las madres de habla hispana como lengua única era del 42%, mientras que el de mujeres que hablaban una lengua indígena era de 28%.

La baja participación económica de mujeres indígenas tiene varias aristas sociales, sin embargo, se considera que estas tienden a realizar actividades de autoconsumo, como cría de animales o el cultivo. 

“El trabajo de las madres indígenas, su acceso al mismo y sus retos, debe de ser abordado desde una perspectiva interseccional para poder entender sus necesidades. Esto es parte de la corresponsabilidad que nos toca”, agregó.

¿Hay más madres trabajando que antes en México?

El número de madres trabajadoras ha estado en ascenso al ver un crecimiento de 25% después de la crisis económica de 2008, en la que las brechas de género en desempleo y participación laboral se redujeron en México.

“Parte de las razones por las que vemos a más mujeres en el empleo formal es el cambio en la economía, así como la globalización que han permitido un mayor acceso a las mujeres a trabajos dentro del ámbito público”, señala Velázquez.

El mayor incremento es reflejado en madres que tienen de uno a dos hijos, que pasaron de 6 millones en el cuarto trimestre de 2010 a 8.1 millones al cierre de 2018.

Por su parte, las trabajadoras con tres o hasta cinco hijos pasaron de ser 5 millones a 6.3 millones en el mismo lapso, mientras que aquellas con seis hijos o más disminuyeron marginalmente de 1.2 millones a un millón.

“Una característica de las madres trabajadoras es el cansancio, y este es un reto de salud pública para todas y todos. No debemos de idealizar esta figura de la madre que aguanta todo”.

“Es sumamente importante que exista la corresponsabilidad tanto en el hogar como con los empleadores y el gobierno para que las madres puedan continuar con su trayectoria profesional”, indicó la profesora.

“Una característica de las madres trabajadoras es el cansancio, y este es un reto de salud pública para todas y todos. No debemos de idealizar esta figura de la madre que aguanta todo”, añade.

A raíz de la pandemia, una cantidad importante de mujeres se han visto obligadas a dejar sus empleos, pues el INEGI estima que al menos 1.7 millones de mujeres dejaron de trabajar durante el 2020.

“Es vital que las mujeres construyamos redes formales e informales que nos puedan apoyar dentro y fuera del espacio laboral”, indica la Dra. Velázquez, sugiriendo acercarse a asociaciones como el Instituto Nacional de las Mujeres, la AMMJE y el CCME.

Mamás que trabajan de manera «invisible»

México se enfrenta a grandes retos en el ámbito laboral, al tener la segunda tasa más baja de mujeres laborando de todos los países de la OCDE, dijo la especialista.

“A pesar de que no se vea, el aporte económico del trabajo no remunerado equivale a un 20% del PIB y las mujeres hacen un 70% de este aporte”recalcó la especialista haciendo referencia a datos publicados por la CEPAL.

Asimismo, casi el 60% de las mujeres que trabajan tienen empleos informales, con escasa protección social, alta inseguridad y baja remuneración. 

Una de las causas de esta baja participación es la excesiva carga de trabajo no remunerado que soportan las mujeres en México, misma que les impide dedicar tiempo al trabajo formal. 

Las mexicanas realizan tres cuartas partes del trabajo no remunerado en el hogar, incluyendo el cuidado de los niños. 

“Históricamente, las mujeres siempre hemos trabajado, solo que siempre se nos han asignado trabajos de cuidado de otras personas, lo que hace que esa labor se quede en lo privado, como parte de lo que no se ve”explica la profesora.

Todo esto contribuye a que la tasa de mujeres que con «no empleo, educación o formación» (NEET) sea del 33%, 18 puntos más que la media de la OCDE y cuatro veces más probable que los hombres de ser NEET.

“A los hombres les toca extender su reconocimiento público a las mujeres, no solo a su círculo cercano y, si son empleadores, deben ser corresponsables en sus políticas laborales y ayudar a más trabajadoras”, señaló la experta.

Reconocimiento a la labor de la madre mexicana trabajadora

En los últimos años, México ha trabajado en importantes políticas de empoderamiento de las trabajadoras, especialmente las madres, sin embargo, el país aún tiene un largo camino por recorrer para alcanzar la equidad laboral, afirmó la Dra. Velázquez.

La docente dijo que las brechas de género todavía tienden a ampliarse alrededor de los años de formación de la familia, y la maternidad tiene efectos negativos en la participación en la fuerza de trabajo, su salario y las promociones que se les dan a mujeres.

“Existe un fenómeno bastante común que es el mobbing maternal, donde las mujeres en gestación reciben acoso laboral y su maternidad se vuelve motivo para la exclusión y maltrato aún después de que nace el hijo”, dijo la profesora.

Promover el rol de las madres en puestos de liderazgo, la maternidad y paternidad pagadas, la eliminación de los estereotipos de género y las políticas de paridad en organizaciones son tan solo algunas formas para mejorar esta situación, opinó Velázquez.

“Madres, identifiquen en qué etapa de vida están y sus necesidades, conserven sus metas y no abandonen sus sueños. Visibiliza tus logros, forma redes, trabaja con mentores y date mucho autocuidado porque tú eres una prioridad”, aconseja Luz.

Artículo extraído de: https://conecta.tec.mx

Escrito por: Mónica Torres / redacción nacional CONECTA

Enlace del artículo original: https://bit.ly/397okgw