México ha anunciado un nuevo compromiso para combatir la crisis climática, pero los detalles para realizar su propuesta no son claros. Especialistas explican lo que necesita el país para comenzar a descarbonizar y cumplir con sus propias metas.

México ha decidido aumentar sus granitos de arena en la lucha contra el cambio climático, con el compromiso de reducir 30% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y hasta un 40% si recibe apoyo internacional. 

Este compromiso se presentará oficialmente en la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), donde además de promesas deberá explicar formalmente cómo va a implementar estas reducciones. 

Si bien la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dijo este 8 de noviembre que tiene identificadas 40 medidas en todos los sectores económicos a través de soluciones basadas en la naturaleza, en el transporte bajo en carbono y en la regulación y fomento industrial, para reducir 88.9 millones de toneladas de bióxido de carbono (MtCO2e), especialistas cuestionan el cálculo y explican qué tendría que hacer nuestro país para lograr los cambios que se buscan. 

A diferencia de hace dos años, cuando México no aumentó sus metas, se espera que en esta semana presente su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), es decir los esfuerzos que hace como país para reducir sus emisiones y adaptarse al cambio climático.

De hecho, este fin de semana el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, acompañado del enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry, reiteró la meta de reducción y dijo que se duplicará la capacidad de generación de energía limpia en México.

¿Qué debe hacer México para cumplir sus propias metas climáticas?

México se ubica entre los 12 países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero, con el 1.35% de las emisiones globales, por lo cual Jorge Villareal Padilla, director de Política Climática de la Iniciativa Climática de México (ICM), ve como una muy buena noticia el incremento de las ambiciones de México.

Sin embargo, sostiene que la clave será la implementación de las medidas para que realmente sean efectivas, por lo que las autoridades deben transparentar los datos y métodos utilizados para establecer las nuevas metas. 

“¿Qué tiene que pasar? Hasta la fecha no hay detalle para identificar las medidas y acciones concretas detrás de los grandes resultados. La transparencia juega un elemento central, no hay discusión que avance sin transparencia porque tiene que haber confianza en el proceso, desde esta perspectiva es relevante desglosar la información que hay detrás de cada número, las fuentes, los cálculos, frente a qué se compara esta mitigación que nos dice Semarnat”.

El especialista señala que aquí será importante saber si hay condiciones para cumplir las metas mediante políticas públicas, legislaciones o financiamiento.

“Posiblemente no tengamos las respuestas, pero esperaríamos que Semarnat con mucha claridad ponga sobre la mesa cómo generamos los recursos y las medidas necesarias”, insiste. 

Los cálculos de Semarnat 

María Luisa Albores González, titular de la Semarnat, explicó que las medidas para reducir al menos 30% de las emisiones para 2030 se impulsan en tres ejes, el primero implica soluciones basadas en la naturaleza. 

El gobierno de México calcula que Sembrando Vida, un programa social de ayuda a campesinos en zonas marginadas, ayude a mitigar anualmente 4 millones de toneladas de bióxido de carbono para 2030.

Aunque esta ha sido una de las apuestas del gobierno en la política contra la crisis climática, las reglas de operación del programa no tienen este enfoque. 

Incluso ha sido señalado como un programa que incentiva la deforestación. 

Así lo explica Andrés Flores Montalvo, director de los programas Clima y Energía del Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés). 

“Es un programa de apoyo al campo que como tal puede ser útil, que ayuda a la gente, pero en términos ambientales hay que evaluar si es positivo o si está incentivando los cambios de usos de suelo”, sostiene en entrevista con Animal Político

Artículo extraído de: https://www.animalpolitico.com

Escrito por: Gonzalo Ortuño / animalpolitico.com

Enlace del artículo original: https://bit.ly/3AfKhVm