La no desconexión digital promueve el agotamiento y que los periodos laborales establecidos por la normatividad se vuelvan imperceptibles

Por lo menos 70% de la población laboral en México padece tecnoestrés, por lo que es de suma relevancia contar con esquemas flexibles, un ambiente de confianza que detone conversaciones inteligentes y en consecuencia compromiso, indicó Sodexo. 

“Es indudable que, con el acceso a dispositivos móviles y nuevas tecnologías, podemos estar conectados de manera indeterminada para cumplir responsabilidades laborales; sin embargo, cuando esto afecta nuestra estabilidad física y mental, es momento de hacer un alto y corregirlo”, destacó. 

Al respecto, el CEO de Irradiarte More, Juan González, refirió en el foro RH en Acción #PerspectivaSodexo que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), las jornadas laborales en México son de las más extensas, con más de 2,000 horas al año. 

Aunado a esto, la no desconexión digital promueve el agotamiento y que los periodos laborales establecidos por la normatividad se vuelvan imperceptibles.

Lo anterior no solo afecta a los colaboradores y miembros de las organizaciones, el estrés laboral crónico también afecta el desempeño de las empresas. De acuerdo con la consultora AON, este tipo afectación genera pérdidas económicas para las empresas de 16 mil millones de pesos al año.

Frente a este escenario en el que es cada vez más común que las organizaciones adopten herramientas tecnológicas que promuevan la transformación digital al interior, también surgen nuevas enseñanzas relacionadas a la importancia de aprender cómo interactuar con este tipo de procesos sin exceder y sacrificar la estabilidad emocional de los colaboradores.

¿Qué es el tecnoestrés y cómo se manifiesta?

Sodexo, explicó que esta patología se puede clasificar de acuerdo con sus características en tecnoansiedad, tecnofatiga o tecnoadicción, y el común denominador de todas es que produce distintos síntomas físicos y algunos cambios sociales que afectan la manera en cómo un integrante de la organización puede interactuar con sus pares o líderes al interior de la organización, e incluso en sus relaciones interpersonales.

Entre los cambios físicos se suelen asociar problemas de sueño, ansiedad, irritabilidad, dolores musculares, dolores de cabeza y hasta cambios hormonales. Mientras que, a nivel social, se suelen manifestar periodos de aislamiento, cambios de humor y bajo desempeño.

Artículo extraído de: https://idconline.mx

Escrito por: redacción idconline.mx

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