En el país se han registrado avances importantes en el diseño de políticas y programas enfocados en la seguridad y la salud laboral, pero son acciones aisladas y sin una coordinación nacional, lo que representa un obstáculo para velar por este derecho de la fuerza laboral, señala la OIT.
México cuenta con buenas acciones preventivas en seguridad y salud en el trabajo (SST), pero son medidas aisladas. En el país no existe una política integral que coordine todos estos esfuerzos en beneficio de la fuerza laboral, un gran reto para todas las partes involucradas, advierte la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Las instancias dedicadas a esta área en México son independientes y están poco coordinadas o compenetradas para la atención en general. No existe un sistema integrado de seguridad y salud en el trabajo, sino un conjunto de esfuerzos separados realizados por cada instancia que presta servicios en la materia. Esto representa un obstáculo para la garantía de los derechos de salud y seguridad de los trabajadores”, señala el organismo en el Estudio sobre los servicios de salud en el trabajo en México.
Este 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, una fecha para promover la prevención de accidentes y enfermedades laborales. El año pasado, los entornos de trabajo seguros y saludables se incorporaron a la lista de derechos fundamentales de la OIT.
Hasta ahora, México no ha ratificado el Convenio 187 de la OIT (2006), el cual contempla la creación de un sistema nacional de seguridad y salud laborales. El año pasado, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) inició los diálogos tripartitos para avanzar en este pendiente.
“No tenemos una serie de estadísticas que nos permita desarrollar mejores políticas públicas (…) Tenemos cierto andamiaje jurídico, pero todavía está en vías de construirse uno que atienda la esencia de la gestión de seguridad y salud en el trabajo”, apunta Rubén Balbuena, consultor de la OIT y director técnico de la firma Quirón Prevención.
Para Heriberto Pérez González, presidente de la Federación Nacional de Salud en el Trabajo (Fenastac), nuestro país cuenta con todos los elementos para ratificar el Convenio 187. Aunque hay avances en esta materia como el programa de Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) del IMSS, muchas de las medidas no son obligatorias. “A nivel nacional estamos en pañales”.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México cada año se registran cerca de 500,000 riesgos de trabajo, de estos, el 61% son accidentes de trabajo, 22% son accidentes en trayecto y 17% son enfermedades de trabajo.
En octubre de 2022, la OIT publicó un informe para evaluar las brechas jurídicas entre la legislación laboral de México y el Convenio 187. Una de las áreas de oportunidad identificadas para el corto plazo es una cambio en la regulación para alinear el marco jurídico nacional con el instrumento internacional para incluir en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal la atribución de la STPS de coordinar el diseño de una política nacional de seguridad y salud en el trabajo.
“Como se ha revisado, existen instrumentos jurídicos y técnicos, metodologías y medidas eficaces para prevenir accidentes y enfermedades profesionales; sin embargo, su dispersión evidencia la necesidad de un esfuerzo político que junte dichos instrumentos, metodologías y medidas”, destaca la OIT.
Lo primero que se debe hacer en México para avanzar en un sistema integral de SST, considera Rubén Balbuena, es contar con un diagnóstico para determinar los objetivos y las acciones. “Hay que conocer los riesgos y después implantar un sistema”.
Desde la perspectiva de Heriberto Pérez, no contar con una política nacional en la materia implica una labor titánica para garantizar entornos de trabajo seguros y saludables. Uno de los desafíos, agrega, es la capacitación del personal de medicina del trabajo. Actualmente, no hay ninguna disposición que obligue a las empresas a contar con servicios médicos con personal especializado en esta materia.
El rol clave de los médicos especializados
¿Cuántos médicos del trabajo hay México? ¿Cuántos hacen falta? Son preguntas para las cuales no hay respuestas concretas. El informe de la OIT evidencia que no hay una cifra clara de cuántos especialistas en salud ocupacional hay en el país, sólo estimaciones.
El IMSS ha reportado contar con un total de 1,088 médicos en el servicio de salud en el trabajo y 97 profesionales en las coordinaciones de evaluación de salud en el trabajo, entre los cuales figuran médicos laborales, internistas, cardiólogos, psiquiatras y trabajadores sociales.
“El sector privado ha cubierto esos puestos de trabajo con médicos recién egresados para cumplir ante la autoridad. Por eso también hace falta una norma que dé el marco legal de los servicios de salud en una empresa, que detalle el perfil del médico que estará al frente”, comenta Heriberto Pérez.
En eso coincide Rubén Balbuena, el especialista puntualiza que un desafío para la medicina laboral en México es que “no hay algo que garantice que este personal médico en las empresas tiene las competencias necesarias”.
Además de esto, agrega, el marco legal actual obliga a los patrones a tener un servicio de enfermería sólo cuando se tiene más de 100 trabajadores, pero “no es claro sobre las funciones que tiene el médico a cargo y el papel que juega dentro de la organización. Además, esto no es una cuestión de número de trabajadores, pueden ser cinco, pero expuestos a cromo hexavalente”.
Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Gerardo Hernández
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Ilustración: Peggy Marco / PIXABAY