Las redes sociales y los mensajes sobre un éxito basado en un ritmo de trabajo sin descanso, sacrificando incluso la vida personal, han contribuido a fomentar la “cultura del ajetreo”. Pero laborar bajo dicha modalidad puede perjudicar tanto la salud de las personas como su productividad.
La cultura del ajetreo, agotamiento o bullicio es característica de las empresas donde la norma es laborar muchas horas, sacrificar la vida personal y donde prácticamente el descanso no es bien percibido. La idea central que da paso a este fenómeno, es que el “trabajo duro” es la clave del éxito. Sin embargo, estas dinámicas pueden tener un alto costo para la salud de las personas y, paradójicamente, afecta la productividad.
Estas culturas organizacionales se han intensificado con el uso de las redes sociales y a la aparición de influencers y líderes empresariales que romantizan el trabajo duro, pero realmente se trata de una adicción al trabajo, advierte el Instituto Adecco.
“Este fenómeno ha obtenido videos con el hashtag ‘#sidehustles’ con más de 1,800 millones de visitas en TikTok. Ha llevado a interminables publicaciones en las redes sociales de ‘levántate y avanza’ y una ola de música y televisión que celebra a presuntos estafadores que sacrifican todo para triunfar”, expone la organización.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 750,000 personas en el mundo a causa de cargas laborales excesivas y jornadas extensas.
“Todo parte de un paradigma que nos hemos creado y está muy arraigado en la cultura de trabajo, y es que el esfuerzo es igual a productividad. Estamos acostumbrados a que si tenemos mucho esfuerzo, nos sentimos productivos, y esto ha contribuido a que las personas en esa búsqueda de productividad o sentirnos reconocidos, no nos detenemos en multiplicar el esfuerzo”, dice Arístides Ramírez, CEO de la firma Ariva Consultores.
¿Cómo identificar una cultura de ajetreo en el trabajo? El Instituto Adecco identifica al menos seis señales:
- Se elogia o reconoce a los empleados por trabajar muchas horas
- Las personas envían correos electrónicos y mensajes a todas horas, incluidos los fines de semana
- Hay orgullo por sacrificar la vida personal. Las personas alardean de dormir poco, no comer a las horas y otros hábitos poco saludables
- Los empleados se sienten orgullosos de no usar días de descanso o tiempo libre, aunque sean remunerados
- El trabajo es mucho más importante que la vida personal
- Si un colaborador necesita ayuda, se le propone “encontrar una solución creativa” en lugar de otorgar recursos y apoyo adicional.
“La cultura del ajetreo puede parecer glamorosa, pero ejerce una presión inmensa sobre todos los involucrados, y los cambios económicos recientes como la inflación sólo han aumentado esa presión. La cultura del ajetreo tiene serias implicaciones para la salud mental, pero no se detiene ahí. Con el tiempo, demasiado trabajo y estrés intenso pueden afectar a nuestro cuerpo”, señala la organización.
El agotamiento laboral, una de las consecuencias de las culturas de ajetreo en el trabajo, puede representar reducción de productividad por una baja en el rendimiento de los empleados. Los problemas de salud mental que se presentan por estos ritmos de trabajo, pueden costarle hasta el 15% de la nómina a las empresas, según estimaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Definitivamente tenemos un gran camino por recorrer y es un tema de cultura, y la cultura de trabajo muchos veces es cómo hacer más con menos, tenemos que revertir esa situación. Las cargas de trabajo son un riesgo y si no se gestionan correctamente a través de un diseño de puestos, un análisis de las actividades y una distribución de las tareas, ese riesgo estará latente”, expone Víctor García, subdirector de Wellness y Data de Mercer Marsh Beneficios México.
¿Cómo lograr el balance vida laboral-personal?
De acuerdo con el informe Tiempo de trabajo y balance vida-trabajo en el mundo de la OIT, nuestro país es la segunda economía con mayor desequilibrio en este renglón, con un 41.7% de la fuerza laboral con más subocupación o sobreocupación, una cifra que sólo es superada por Filipinas (43.2%).
“Mantener la armonía entre la vida personal y el trabajo es un gran reto. Aunque en México estamos acostumbrados a vivir con estrés, el daño que causa a la salud, las relaciones y el bienestar general a mediano y largo plazo es considerable, y no sólo eso, ya que las empresas y equipos de trabajo también registran un bajón importante de productividad y motivación”, afirma Nora Taboada, fundadora de AFE-Liderazgo Consciente.
Algunas recomendaciones de la especialista para lograr un buen balance entre vida personal y laboral, y además evitar daños en la salud mental, son:
- Establecer límites en el trabajo. Modificar la agenda para satisfacer a otros no siempre es correcto.
- Destinar momentos del día a actividades concretas, pero sin intentar resolver todo. Priorizar tareas y no asumir que todo es urgente.
- Tomar descansos. El ritmo de trabajo “sin parar” no es sostenible, de hecho, es imposible. Las pausas son igual de importantes para mantenerse productivo.
- Procurar hábitos saludables, desde una alimentación sana hasta tiempo para ejercicio.
- Dedicar tiempo para el ocio; las horas para divertirse o relajarse también son necesarias.
Llegar a un equilibrio es un desafío compartido por la mayoría de los trabajadores en el país. De acuerdo con el estudio Salud mental en el trabajo del Workforce Institute de UKG, el 76% de las personas reconoce que el trabajo afecta negativamente su vida familiar.
Para lograr un buen balance “también ayuda tener redes de apoyo o personas de confianza que te puedan dar soporte emocional y con quienes puedas dialogar tus miedos y preocupaciones para que puedas desahogar estrés y ansiedad”, apunta Nora Taboada.
Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Gerardo Hernández
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Ilustración: Elf-Moondance PIXABAY