Hacemos un listado con las razones que han dado muchos jefes para obligar a la gente a volver a la oficina, contrastando con estudios realizados

La edad de oro del trabajo a distancia comenzó a llegar a su fin el pasado año 2023. Diversas empresas, grandes y pequeñas, algunas que incluso había prometido a sus trabajadores que el teletrabajo sería para siempre (bajo esas premisas hubo gente que cambió su vida, compró una casa nueva, se mudó de ciudad, matriculó a sus hijos e hijas en colegios de sus nuevos destinos…) han estado mandando volver a las oficinas. También durante este año 2024.

En muchos casos, las empresas, quieren comenzar con formatos híbridos para luego ir ampliando los días de oficina. Esto ha generado muchos debates.

Los directivos y también inversores llevan tiempo dando diversas razones por las que creen que la gente debe sí o sí volver a la oficina. Muchas de estas razones están siendo rebatidas por informes o expertos en recursos humanos, como iremos viendo en este artículo.

El bloguero económico Kevin Drum, antiguo colaborador de Mother Jones, ha tomado nota de la literatura anti-remota y ha hecho una predicción sobre el futuro del trabajo: no hay futuro. «Las empresas que han llevado a cabo trabajo a distancia durante mucho tiempo se están cansando de él», escribía Drum en junio de 2023.

Aquí las razones que dan los líderes para meter a sus trabajadores en oficinas, aunque no quieran.

1.Trabajar en casa reduce la productividad

«Las empresas que han soportado el trabajo a distancia durante mucho tiempo se están cansando de él», escribió Drum y es que, según él, «trabajar desde fuera de la oficina no es tan productivo como el trabajo de oficina, digan lo que digan los trabajadores remotos».

En marzo del pasado 2023, el mismo Drum hizo público un artículo en el que destacaba lo que el director general de una empresa de tecnología de recursos humanos dijo al Wall Street Journal: Los días que su equipo trabaja a distancia, el número de nuevos suscriptores cae un 30%.

Diversos directivos han hablado de esto. Incluso Satya Nadella, líder de Microsoft, ha acuñado el término paranoia de la productividad: una situación en la que «los directivos temen que la pérdida de productividad se deba a que los empleados no trabajan, a pesar de que las horas trabajadas, el número de reuniones y otras métricas de actividad han aumentado».

Este tema tiene muchos matices. Ya a finales del pasado 2022 publicábamos que se había registrado un aumento del 2,7% de las horas trabajadas en los últimos tres meses del año, mientras que la productividad se desplomó un 4,1%. Esto se tradujo en ese momento en la mayor caída de la productividad jamás registrada en la historia de Estados Unidos, según la Oficina de Estadísticas Laborales, que hace estos estudios desde 1947.

Al mismo tiempo, hay expertos en recursos humanos que dicen, que más que culpar al teletrabajo, hay otros aspectos que llevan a esa caída de la productividad: desmotivación del personal, problemas por parte de la gestión… hay quienes dicen que no asumen sus responsabilidades como líderes culpando al teletrabajo en vez de a sus políticas empresariales y dinámicas de trabajo.

2.El trabajo a distancia perjudica a los recién contratados

Desde comienzos de 2023, Mark Zuckerberg, comenzó a mostrarse letal con el teletrabajo diciendo que «los ingenieros que empezaron en la oficina de Meta rinden más que quien lo hizo en remoto«.

Por su parte, Marc Benioff, CEO de Salesforce ha llegado a decir que: «sabemos empíricamente que [los nuevos empleados de Salesforce] obtienen mejores resultados si están en la oficina, conociendo gente, siendo acompañados en su incorporación, recibiendo formación». Y él ha explicado que en casa, sin ese proceso, el éxito es menor.

Kevin Drum les da la razón y dice que no debería ser un asunto controvertido: cuando eres nuevo en el trabajo, estar físicamente presente puede ser una enorme ventaja. Por otro lado, una encuesta de Paychex concluyó que el 80% de los nuevos empleados entrevistados dejarían un trabajo si tuvieron una mala experiencia de incorporación. En esa misma encuesta, las personas que se incorporaron a un trabajo en remoto encontraron más dificultades en su incorporación que quienes lo hicieron en oficina (aunque la diferencia no es muy amplia: del 32 al 36%).

3.Hay que estar cerca de otros grandes del sector

Hace un año, el CEO de la startup Lindy, Flo Crivello, mandaba de vuelta a todo su equipo a las oficinas de San Francisco y lo hacía con un texto titulado «reflexiones sobre el trabajo en remoto», donde habla de lo difícil que se le hace sacar adelante nuevos productos cuando su equipo teletrabaja y también el costo que tiene para la empresa trabajar fuera de las oficinas.

Un tema que para Crivello el teletrabajo perjudica es el de crear buenas redes. Las oficinas de su startup están en San Francisco, centro neurálgico de gran parte de las empresas tecnológicas de Estados Unidos. «Las redes son una de las fuerzas más poderosas del mundo«. Y recuerda que no sólo son buenas para la empresa, sino también para tu carrera.

Las redes «son la razón por la que quieres ir a la mejor universidad, trabajar en las mejores empresas y estar en el centro de tu sector». Y explicaba que estar en remoto sin poder conectarse con otras empresas le ha perjudicado a su proyecto.

4.Desde casa, la gente se distrae más

De acuerdo con Allan Jones, fundador y director ejecutivo de Bambee, una empresa de consultoría y software de recursos humanos de Los Ángeles, la situación: «refleja la renovada sensación de control de los jefes y su preocupación de que la productividad de los empleados en casa pueda estar cayendo a niveles inasequibles».

Jones decía el pasado año que él y la mayoría de los ejecutivos de su red profesional llegaron a la conclusión de que «el éxito inicial del trabajo a distancia es insostenible«. ¿La razón? Ante una crisis muchos empleados aumentaron su esfuerzo. Y las empresas identifican que en casa puede haber algunas distracciones que hace un par de años no había.

Por su parte, Drum afirmó en su análisis que los trabajadores a distancia hacen recados, ejercicio y la colada entre las 9 y las 5 y es que, según un documento de trabajo presentado en enero a la Oficina Nacional de Investigación Económica (National Bureau of Economic Research), los trabajadores a distancia de todo el mundo ahorran una media de 72 minutos al día sólo por evitar sus desplazamientos al trabajo, y de ese tiempo ahorrado, el 40% se destina a trabajo extra.

Frente a esto hay que decir que estar en una oficina no obliga a pasar todas las horas trabajando y otros expertos comentan que durante las horas de oficina, la gente puede pasar tiempo hablando de deporte, política, de asuntos personales… con sus compañeros de trabajo.

5.Los equipos están menos conectados

Según el CEO de Lindy, «la distancia aumenta los costes de coordinación«. Es más difícil ponerse en contacto unos con otros, sobre todo cuando el equipo se conecta a diferentes horas y eso lleva a que algunas conversaciones se pospongan para el día siguiente.

«Estos retrasos se acumulan de una manera enorme», afirma el directivo que dice que las interacciones son asíncronas, lo que lleva a dejar cosas en el tintero. Esto contrasta con otras investigaciones que afirman que permitir el trabajo asincronizado y obligar a la gente a desconectar sirven para evitar el agotamiento de los empleados.

Ya hemos visto que el teletrabajo y la comunicación por chat traen muchos malentendidos, aunque hay trucos para evitar problemas o que los directivos pueden llevar a cabo técnicas para mantener una relación fuerte entre los trabajadores en remoto. Ideas como hacer que a distancia los equipos sigan siendo colaborativos y haya buena conexión y comunicación entre las personas, son clave.

6.Soledad

El cofundador y consejero delegado de Airbnb, Brian Chesky, comentó en una conferencia de Lesbians Who Tech, que hay un futuro en el que no hará falta salir de casa «y después de que se acabe el COVID, lo más peligroso será la soledad«.

Hay que recordar que incluso antes de la pandemia, el aislamiento y la soledad se estaban convirtiendo en importantes problemas de salud pública, según la Asociación Americana de Psicología. La pandemia trajo mucha soledad a muchas personas, lo que se convirtió el aislamiento en un problema de salud pública, más allá del Covid-19.

Drum habló también de un estudio de McKinsey que había destacado en su «informe intermedio sobre el trabajo a distancia» que los trabajadores a distancia son mucho más propensos a denunciar problemas de salud mental y física y entornos de trabajo hostiles.

Junto con esto, esta semana vimos que la soledad es una emergencia de salud pública en Silicon Valley y que ninguna solución que se planteó hablaba de volver a la oficina

Artículo extraído de: https://www.genbeta.com

Escrito por: Bárbara Bécares

Enlace del artículo original: https://shorturl.at/qEzct

Fotografía: fredericomeyer PIXABAY