Un nuevo estudio de la OIT revela que el avance de la IA generativa tendrá efectos permanentes en la estructura del mercado laboral, siendo las personas que participan en el sector formal en empleos calificados y bien pagados los que verán la mayor influencia de esta tecnología.

Ya sea de manera positiva o negativa, la inteligencia artificial generativa (IAG), popularizada por la irrupción masiva de herramientas como ChatGPT, tendrá un impacto en el mundo laboral. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 20.5 millones de empleos en el país, es decir, cerca de 35% de la ocupación, podrían verse influidos por esta tecnología.

El balance es más positivo que negativo, advierte la agrupación, porque se proyecta que es más probable que la IAG aumente y transforme más puestos de trabajo de los que automatice. Puntualmente, se estima que 14% de los empleos en el país podrían mejorar su productividad, mientras que sólo 2% corre el riesgo de automatización total con esta tecnología.

En tanto, hay un 18% de trabajos que la organización califica hasta el momento como un área gris, ya que se trata de trabajos donde todavía hay un balance entre tareas que se pueden o no realizar con GenAI –otro término con el que se denomina a esta tecnología–, pero que puede modificarse conforme se registren nuevos avances.

Estas proyecciones para el mercado laboral mexicano están muy en línea con lo observado en la región, de acuerdo con el estudio La IA generativa y los empleos en América Latina y el Caribe: ¿La brecha digital es un amortiguador o un cuello de botella? difundido este miércoles por la OIT, en la que se estima que el impacto general es en el 38% de los empleos.

Sin embargo, el gran obstáculo para que la parte positiva de la IAG se materialice, destaca la organización dependiente de la ONU, lo conforman las brechas existentes en la infraestructura digital en la región, lo que tiene un mayor impacto entre los trabajadores de menores ingresos, pues son los que tienen menos acceso a estas tecnologías.

“Hay una importante brecha digital en la región que podría impedir a los trabajadores aprovechar plenamente los beneficios potenciales de la Inteligencia Artificial Generativa. Esto podría afectar a cerca de la mitad de los empleos que podrían experimentar una mayor productividad con esta tecnología, lo que corresponde a 7 millones de empleos de mujeres y 10 millones de empleos de hombres en la región”.

Impacto en trabajos mejor pagados

Además, contrario a lo que ocurrió en ocasiones anteriores con la automatización, donde los puestos reemplazados por los avances tecnológicos fueron los más repetitivos y en posiciones peor remuneradas, la IAG pone en mayor riesgo empleos de trabajadores urbanos, más jóvenes y educados que se desempeñan en la formalidad. Esto, destaca la OIT, podría acrecentar las desigualdades económicas en la región.

“Gestionar eficazmente los impactos de la IA Generativa requiere un diálogo social sólido e inclusivo que reúna a una todas las partes interesadas. Al fomentar conversaciones significativas entre los responsables políticos, los líderes de la industria, los trabajadores y los sindicatos podemos garantizar que el poder transformador de la IA se aproveche de manera responsable, abordando las necesidades de todos los trabajadores y mitigando al mismo tiempo los riesgos asociados con el cambio tecnológico”, expresó Ana Virginia Moreira Gomes, directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe.

En el balance positivo del impacto de la GenAI, son también los empleos mejor pagados y con mejores perfiles profesionales los que tienen la posibilidad de transformación, ya que son los que tienen más acceso a herramientas digitales.

Ante este contexto, la organización recomendó a las autoridades y empresas en la región implementar programas de aprendizaje permanente para que las personas trabajadoras puedan reforzar y desarrollar competencias que les permitan impulsar la productividad y la creatividad a través de la IAG.

En el terreno de las políticas públicas, por su parte, llamó a mejorar la infraestructura para fomentar una mayor adopción de tecnologías digitales y mejorar los sistemas de protección social para hacer frente a estas transiciones.

“Cuando se despliegan de manera sostenible, las tecnologías digitales, incluida la IAG, pueden aumentar la productividad y la creación de más y mejores empleos. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades es vital que los países de la región inviertan en conectividad y habilidades, al tiempo que fortalecen los sistemas de protección social para garantizar que nadie se quede atrás”, destacó William Maloney, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe en el estudio.

Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx

Escrito por: Felipe Morales Fredes

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