Para el gobierno de la Ciudad de México, de Clara Brugada, se está convirtiendo en un problema la proliferación de hoteles que operan de manera clandestina.
Éste es un fenómeno que en la llamada cuarta transformación han prometido combatir en el marco de la estrategia para promover vivienda digna para todos. Específicamente, hay una veintena de inmuebles que han sido construidos para rentas de corto plazo a través de aplicaciones, sin posibilidad de compra, que tienen servicios e instalaciones iguales a los de un hotel tradicional, tales como recepción, botones y valet parking, pero omiten cumplir con las obligaciones de un establecimiento comercial.
La inscripción de estos espacios en las plataformas digitales da margen a que los propietarios —generalmente grandes y acaudaladas empresas— omitan hacerse de 14 permisos o trámites que los hoteles en general deben cubrir; desde constituirse como personas morales, hasta la obtención del certificado de uso de suelo comercial, la generación de las licencias de funcionamiento, la inscripción al registro nacional de turismo y la aprobación de verificaciones sanitarias y de protección civil.
Las alcaldías Cuauhtémoc, de Alessandra Rojo de la Vega; Miguel Hidalgo, de Mauricio Tabe, y Benito Juárez, de Luis Mendoza, son las que registran con mayor frecuencia este tipo de complejos, los cuales albergan en su totalidad más de 750 departamentos con un costo que ronda los 100 dólares por estancia —unos dos mil pesos mexicanos—. Coincidentemente, las tres plazas citadas son en las que se registran los precios de renta más elevados de la capital.
Impulsado por los grandes fondos de inversión, este esquema de hoteles clandestinos ha ganado popularidad no sólo en las urbes de México, sino en toda América Latina. Se convierten por supuesto en una desleal competencia para los pequeños propietarios de un inmueble que logran ingresos adicionales por inscribir su patrimonio a las plataformas de renta temporal.
El tema se ha convertido en una problemática para la administración local que prometió atender el déficit de vivienda e incluso duplicó el presupuesto para ese rubro hasta los 10 mil millones de pesos; además de para la construcción, para la remodelación de inmuebles en riesgo. Como parte de ese plan, el gobierno de Clara Brugada se comprometió a trabajar por hacer mejoras en algunas colonias de la periferia, así como en vialidades principales de las 16 alcaldías, a fin de mejorar la movilidad y la calidad de vida de los ciudadanos con acciones en ese sentido.
Los primeros focos de atención están en la zona centro de la capital, por ejemplo en la colonia Tlatelolco, donde a simple vista se pueden encontrar distintos edificios con problemas que serán rehabilitados para ofrecer vivienda accesible, sobre todo a la población más joven.
Artículo extraído de: https://oem.com.mx
Escrito por: Hiroshi Takahashi
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Ilustración: Clker-Free-Vector-Images PIXABAY