Los efectos de la pandemia sobre la salud mental no cesan. Los lugares de trabajo son espacios que pueden tanto promover como dificultar el cuidado del bienestar emocional de los trabajadores.
Los problemas de salud mental impactan directamente en los lugares de trabajo. Las principales consecuencias son el ausentismo, la pérdida de productividad y los altos costos de atención de la salud, mientras que el estrés y la depresión son la principal causa de reducción de la productividad.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la mala salud mental de las personas le cuesta al mundo un aproximado de un billón de dólares en pérdidas de productividad que pueden expresarse también en un estado de ánimo negativo entre los empleados.
Lina Porras Santana, directora de Salud en la plataforma 1DOC3, enfatiza que la prevención y atención del estrés laboral constituye un gran reto que se agudizó con la pandemia. Y no está equivocada, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%, según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en México, más del 15% de la población adulta reportó síntomas de depresión en 2021, según la encuesta de Bienestar Autorreportado del Inegi.
Clelia García, directora del área Clínica de Terapify, asegura que entre los principales problemas de salud mental está la ansiedad, la depresión, el estrés laboral, los trastornos del sueño y el bornout. Además, considera que la masificación del home office que se dio a raíz del Covid-19 trajo consigo ventajas y desventajas en términos de productividad, pero también de salud mental.
Por un lado, este esquema presenta mayor flexibilidad para realizar actividades de bienestar: movimiento, meditación, y un ambiente de trabajo más cómodo y personalizado.
Por el otro, “muchos colaboradores reportan que con el home office los límites trabajo-vida se difuminan y se puede perder el balance. Esto lleva a que muchas personas se encuentren fatigadas o lleguen a experimentar el síndrome de burnout”, describe.
Salud mental, la gran olvidada en las empresas
Aún antes de la pandemia, la OMS enfatizó el hecho de que los lugares de trabajo que cuidan el bienestar de sus colaboradores no solo ven mejoras en su salud, sino también observan beneficios para la empresa. Reducen el ausentismo, mejoran el desempeño laboral y la productividad, elevan la moral, la motivación del personal y minimizan la tensión y los conflictos entre colegas.
Asimismo, existen factores que afectan de manera negativa la salud mental de los colaboradores. Por ejemplo, las malas condiciones laborales y las experiencias de discriminación. Estas pueden incrementar el estrés, y de la misma forma, aumentar la vulnerabilidad a desarrollar un problema de salud mental.
En el más reciente informe Atlas de Salud Mental de la OMS se advierte que los programas de promoción y prevención para la salud mental en el trabajo se encuentran entre los menos promovidos por los países, alcanzando solo el 35% a nivel mundial.
¿Cómo promover la salud mental en el trabajo?
Ofrecer el desarrollo de habilidades para el manejo del estrés, así como estrategias para promover hábitos saludables.
La felicidad laboral es otro aspecto al que los líderes pueden aportar al momento de buscar la reducción en el impacto por los efectos del estrés.
Preservar el vínculo entre empleados y empleadores va a permitir un diálogo social condicionado por la confianza y la oportunidad.
El bienestar no es solo hacer yoga o meditar, sino conocer cómo se sienten las personas en términos psicológicos.
Segmentar los beneficios con base en la etapa de vida de cada colaborador.
Escucharlo y realmente interesarse por aquello que lo motiva y que lo inquieta.
“Es cierto que nadie externo puede garantizar bienestar, pero sí podemos agregar malestar a los equipos de trabajo cuando no hacemos las cosas bien”, reflexionó Montserrat Ventosa, CEO de la plataforma de bienestar HappyShifting.
Artículo extraído de: https://expansion.mx
Escrito por: Nancy Malacara
Enlace del artículo original: https://bit.ly/3TSAImT