Al inicio de la pandemia, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) estimó que una de cada cuatro mujeres podría experimentar una desaceleración en su carrera profesional o abandonar la fuerza laboral a causa de la incompatibilidad de su doble rol en la vida doméstica y laboral. Sin embargo, el surgimiento de nuevos esquemas de trabajo generó oportunidades para incorporar y retener a diferentes segmentos de talento, incluyendo a las mujeres, superando así los paradigmas en torno a su implementación.
A pocos días de concluido el mes en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer vale la pena reflexionar sobre el impacto que éstas ya no tan nuevas modalidades de trabajo tienen en la participación del talento femenino.
Balance vida-trabajo
De acuerdo con el estudio Mujeres de la Alta Dirección en México 2023: Liderazgo femenino resiliente a largo plazo de KPMG en México, el trabajo híbrido ha sido un diferenciador valioso en la carrera de las mujeres, ya que la mayoría considera que este esquema mejora su calidad de vida y permite tener un mejor balance entre su vida personal y laboral.
Lo anterior es, sin duda, relevante si consideramos que en dicho estudio el talento femenino reconoce como principal desafío para continuar creciendo profesionalmente el lograr ese equilibrio, al mismo tiempo que lo señalan como uno de los factores cruciales para alcanzar el éxito.
En resumen, es innegable que el trabajo híbrido favorece la incorporación de talento femenino en la fuerza laboral, así como su permanencia en las organizaciones, porque estos modelos facilitan ejercer la maternidad, e inclusive la paternidad de sus parejas, como lo reconocen las mujeres de la Alta Dirección, y les permite participar en actividades relacionadas sin tener que elegir entre forjar una carrera profesional y formar una familia.
La evolución de los roles familiares
Es importante destacar que, así como la distribución de las tareas domésticas y responsabilidades familiares ha cambiado en los últimos años, la idea de familia tradicional, en la que el núcleo familiar estaba conformado por una madre, un padre y los hijos, también se ha transformado.
Las directivas reconocen que los esquemas híbridos o a distancia facilitan la convivencia con sus parejas, pues les permiten compartir tareas tradicionalmente asignadas a las mujeres. Además, estas modalidades de trabajo facilitan el involucramiento de los padres en la formación de sus hijas e hijos, y facilitan la incorporación de sus parejas a la fuerza laboral. Por otro lado, las familias uniparentales u homoparentales también se ven beneficiadas, ya que la convivencia y cercanía se ven fortalecidas.
Cabe mencionar que el cuidado de los infantes no es la única actividad que se ha visto beneficiada por el trabajo híbrido. Existen muchas mujeres que tienen bajo su cuidado a adultos mayores o personas con alguna discapacidad, tareas que ahora pueden desempeñar al mismo tiempo que se mantienen económicamente activas.
Perspectiva de género y participación económica
Evaluar el impacto positivo de las modalidades híbrida y remota de trabajo resulta crucial para mejorar la posición que actualmente ocupa México en el subíndice de Participación Económica y Oportunidad para las Mujeres (113 de 146) del Reporte de brecha de género 2022 (Global Gender Gap Report 2022) del WEF.
Asimismo, es importante comprender las barreras que impiden que el talento femenino se incorpore a la población económicamente activa. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), durante el cuarto trimestre de 2022, 76 de cada 100 hombres en edad productiva se encontraban trabajando, mientras que sólo 46 de cada 100 mujeres lo hacían.
La falta de una cultura laboral inclusiva y equitativa en cuanto a oportunidades es uno de los principales retos para incentivar la participación femenina, pues perpetúa el círculo vicioso que impide que existan políticas y lineamientos con perspectiva de género, aspecto que se acentúa a causa del bajo nivel de representatividad de mujeres que puedan influenciar en su diseño e implementación.
Por lo tanto, resulta crítico contar con la perspectiva femenina en puestos de toma de decisiones para que exista mayor equidad, así como mejores condiciones para el desarrollo y la permanencia de las mujeres. La importancia y urgencia de lograrlo se hace evidente al considerar que los ingresos del talento femenino representan sólo la mitad de los ingresos estimados de los hombres en 2022, de acuerdo con cifras del Foro Económico Mundial, confirmando que aún existen importantes brechas que subsanar.
No obstante, aunque la meta parece retadora para el mundo empresarial, el WEF también ha aseverado que México brinda ejemplos positivos y alentadores, ya que se encuentra entre los países mejor posicionados en el subíndice de Empoderamiento Político debido a la representatividad que ha logrado el talento femenino en cargos del poder legislativo y judicial, ocupando el lugar número 15 de 146 en el mismo reporte del WEF.
Brecha salarial
Otro de los beneficios que los modelos híbridos traen consigo es la oportunidad que brindan para atender la disparidad salarial entre hombres y mujeres, ya que este modelo de trabajo permite que más mujeres se desarrollen hasta ocupar posiciones desde las que pueden influenciar en los estándares de equidad salarial.
Al respecto, Mujeres de la Alta Dirección en México 2023 revela que la mitad de las mujeres de la Alta Dirección (51%) considera que en sus empresas existen estándares de equidad salarial, pero tienen áreas de mejora. Esta realidad se confirma a nivel global. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en promedio, el talento femenino gana 20% menos que los hombres.
Esta situación y su impacto negativo en la economía ha incrementado el interés de gobiernos, organismos internacionales y organizaciones líderes en el tema, los cuales se han unido en la Coalición Internacional para la Igualdad Salarial con el objetivo de visibilizar las medidas que se están implementando para mejorar la transparencia salarial y retar el statu quo que ha perpetuado dicha brecha.
Será sumamente valioso que las y los líderes de negocio evalúen el impacto de implementar, mantener, reducir o eliminar los esquemas de trabajo híbridos o remotos. Una decisión tomada a la ligera, que no considere las tendencias a nivel global y desestime la promoción y respaldo de organismos internacionales, podría resultar costosa en términos de pérdida de talento, en específico de talento femenino.
En la actualidad, mantener atractivas a las organizaciones como empleadores ha representado retos sin precedentes. En este contexto, las nuevas modalidades de trabajo, implementadas a raíz de Covid-19, se han convertido en un diferenciador clave para promover la incorporación del talento femenino.
En este sentido, las compañías cuyos cuerpos directivos sean capaces de adoptar una cultura incluyente con políticas y estándares que consideren la perspectiva de género, serán capaces de atraer y reclutar a más mujeres en sus plantillas, con el impacto positivo que esto conlleva desde la perspectiva de resultados de negocio, económicos y sociales.
Artíctulo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Sivlia Segura
Enlace del artículo original: https://bit.ly/3KEjDev
Ilustración: Mohamed Hassan / PIXABAY