La acelerada transformación del mundo del trabajo ha puesto a los trabajadores en dos realidades: agotamiento por la velocidad de los movimientos y preocupación por quedarse rezagados ante los ajustes en las dinámicas laborales.
Los cambios rápidos y abruptos en las formas de trabajo y los procesos productivos tienen tanto agobiados como preocupados a los trabajadores, un mayor uso de herramientas digitales, como la inteligencia artificial generativa (GenAI, por sus siglas en inglés), están transformando las dinámicas laborales.
La disrupción de la GenAI, si bien no sustituirá en totalidad empleos, sino tareas específicas, sí está abarcando cada vez más rincones en los procesos productivos de diferentes sectores.
Con lo anterior, muchos trabajadores están agobiados o agotados, porque cada año entran en un entorno de cambio en el trabajo por las nuevas tecnologías, y el reto para las empresas, es dar una cierta estabilidad ante las olas de cambios.
De acuerdo con el reporte Tendencias Globales de Capital Humano 2025, realizado por Deloitte, muchos empleados tienen dificultades para adaptarse a los nuevos cambios en las organizaciones y aunque los líderes perciben un trabajo con características en constante movimiento, estos aspectos no son tan anhelados por las personas.
En ese escenario, aproximadamente dos tercios de los trabajadores se siente abrumado por la rapidez con la que cambia el trabajo y un 49% reconoce que le preocupa que el ritmo de evolución los deje atrás.
Jorge Ponga, socio de Capital Humano en Deloitte, señala que existe una tendencia que está vinculada a cierto temor que pueden tener algunos colaboradores por el uso de la IA, ya que 45% de las funciones dentro de las empresas en todo el mundo, pueden ser automatizadas.
“No significa que el 45% de la gente vaya a perder empleo, sino funciones, pedacitos de funciones que tienen puestos que están empezando a ser automatizadas, y esto al mismo tiempo se conecta con todo el avance que está teniendo la IA, y podría darse cierto temor de algunos colaboradores de poderse quedar fuera del ambiente laboral, y ser sustituidos por IA o por procesos automatizados, esto es un temor real”, resalta.
El reporte elaborado por Deloitte muestra que en promedio los empleados experimentan 10 cambios empresariales planificados al año, incluyendo reestructuraciones organizacionales, transformación cultural, grandes iniciativas tecnológicas y más.
“El 75% de los trabajadores afirma esperar una mayor estabilidad laboral en el futuro. Los líderes empresariales, por otro lado, sienten la presión de adaptarse y evolucionar. El 85% afirma que las organizaciones necesitan crear formas más ágiles de organizar el trabajo para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado”, indica el informe.
A su vez, Jorge Ponga destaca que en la actualidad se está viviendo la cuarta revolución industrial enfocada en temas digitales, donde al paso de los años los empleos han sido sustituidos por nuevas tecnologías, pero no a gran escala.
“En ninguna revolución industrial el saldo neto ha sido perder empleos, es decir, sí se han perdido ciertos porque son sustituidos por algún proceso diferente, pero el saldo neto generalmente es menor. Esto genera inquietud, sí, pero también debe de llevar a la población a tratar de subirse en un aula de conocimiento”, opina.
En ese contexto el experto agrega que las personas deben volverse más tecnológicamente adeptos, empezar a explorar otras capacidades y competencias que son importantes para las organizaciones como apertura digital, reforzar capacidades analíticas, trabajo en equipo y más.
El informe expone que las presiones económicas hacen que las organizaciones busquen reducir costos, y que la inteligencia artificial y otras tecnologías están preparadas para asumir muchas tareas administrativas.
“Para muchos colaboradores, el trabajo actual es fundamentalmente diferente al que solía ser hace unos años, ya que seis de cada 10 trabajadores ya consideran a la IA como un compañero más de trabajo”, resalta.
Por último, indica que ahora las organizaciones son las que deberán pensar en cómo pueden ayudar a sus trabajadores a prosperar en un mundo donde la IA está remodelando el trabajo y sobre todo el cómo se deben hacer las cosas de una mejor manera.
¿Y la estabilidad?
El reporte evidencia un deseo de las personas por estabilidad en medio de una ola de cambios. Sin embargo, el especialista considera que esto es complejo de garantizar, pues el mundo del trabajo siempre se ha transformado.
“Es muy difícil que haya una estabilidad, siempre ha habido nuevas incursiones de formas de hacer más cosas, procesos de innovación, procesos de mejora. Muchas organizaciones están vinculando modelos que pueden ayudar al profesional, al ser humano a florecer dentro de lo que es el ámbito laboral”, señala.
Respecto a cómo interpretar que, en la forma ideal del trabajo, las personas ubiquen como principal característica la frecuencia de los cambios ante ciertos trabajos, Ponga indica que, con el tema de la revolución industrial, el conocimiento se está reinventando de manera completa.
“El conocimiento que tiene el ser humano en este momento será reinventado en un 100% en un plazo de dos o tres años. Y eso pone un reto muy fuerte a los sistemas de educación de los países, pero también pone un reto muy fuerte a las organizaciones, porque que un puesto que probablemente en dos o tres años se va a requerir, probablemente ahorita ni siquiera se ha inventado”, asegura.
El experto considera que es muy difícil poder predecir el ritmo en que los procesos serán reinventados y sobre todo cada cuando, “lo que sí sabemos es que va a ser muy inmediato, y eso va a traer un reto brutal para todos”.
Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Eduardo de la Rosa
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