«Las personas propietarias de un inmueble, ya sea casa o departamento, que rentan en plataformas digitales, como Airbnb, van a pagar un nuevo impuesto en la Ciudad de México», o al menos eso se dice en redes sociales.

En realidad, no se trata de un cobro obligatorio o un trámite que las personas que rentan a través de aplicaciones tengan que hacer para poder seguir prestando ese servicio.