Al inicio de la pandemia, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) estimó que una de cada cuatro mujeres podría experimentar una desaceleración en su carrera profesional o abandonar la fuerza laboral a causa de la incompatibilidad de su doble rol en la vida doméstica y laboral. Sin embargo, el surgimiento de nuevos esquemas de trabajo generó oportunidades para incorporar y retener a diferentes segmentos de talento, incluyendo a las mujeres, superando así los paradigmas en torno a su implementación.