Un home office cada vez más office; empresas buscan talento remoto, pero cercano a la oficina
En el último año, la contratación de talento remoto en la misma ubicación de las empresas duplicó la búsqueda de perfiles en otras ciudades.
En el último año, la contratación de talento remoto en la misma ubicación de las empresas duplicó la búsqueda de perfiles en otras ciudades.
En un mundo donde los modelos de trabajo están cambiando, las organizaciones pueden enfrentar riesgos fiscales y laborales por el cambio de residencia de sus colaboradores remotos.
El trabajo a distancia, en los últimos cinco años, ha pasado de ser una medida excepcional a convertirse en una realidad consolidada en la mayoría de los sectores.
Las políticas de flexibilidad laboral se han convertido en un factor decisivo para los empleados al considerar nuevas oportunidades laborales.
El trabajo híbrido, adoptado en las organizaciones ampliamente tras la pandemia, ha transformado la dinámica laboral al permitir a los empleados combinar trabajo presencial y remoto. Sin embargo, esta flexibilidad tiene un lado oscuro: la hiperconectividad constante, que está generando un impacto preocupante en la salud mental de los trabajadores.
Analizaron a 3 millones de profesionales: los mejores han renunciado al no poder teletrabajar. Lo peor para las empresas es que sustituirlos cuesta mucho (tiempo y dinero)
Hubo un tiempo, en plena pandemia, en el que el teletrabajo se convirtió en la norma de la “nueva normalidad”. Las empresas de todo el mundo adoptaron el trabajo remoto de forma acelerada y, contra todo pronóstico, el sistema no colapsó.
Las empresas mencionan que el regreso a las oficinas será más productivo, pero solo el 14.17% de los colaboradores prefiere esta modalidad.
Fue prematuro decretar en su momento que el trabajo remoto había llegado para quedarse, pero también sería audaz declarar ahora que ha llegado a su fin.
En el último año, la proporción de directores generales que visualizan una recuperación total del trabajo presencial creció de 64 a 83% a nivel global, pese a la fuerte demanda de las personas por conservar la flexibilidad laboral y los beneficios que trajo consigo.