El último trimestre del año pasado fue testigo de una desaceleración global en la atracción y reclutamiento de grandes compañías a nivel mundial, que se han visto en la necesidad de reducir sus plantillas laborales y costos. Estos ajustes dictados por cambios en las tendencias de consumo y las demandas del mercado del trabajo reflejan una adaptación constante en el panorama empresarial que seguirá rigiendo en 2024.