Para los trabajadores el equilibrio entre el trabajo y la vida personal se ha vuelto prioridad dentro de las especificaciones para conseguir un nuevo empleo
Las recientes propuestas en el Senado para reducir la jornada laboral y aumentar el periodo vacacional, han sacado a la luz lo que todos sabemos, los empleados mexicanos tienen largas horas de trabajo por lo que no tienen tiempo para dedicarle a su familia o actividades personales.
A esto le sumamos que a raíz de la pandemia la forma en que trabajamos cambió significativamente, llevando a empresas y empleados a evaluar las condiciones laborales y buscar un cambio que se ajuste al contexto en el que vivimos.
“Suele ser complicado lograr un balance vida-trabajo, sin embargo, hoy en día se está viviendo un movimiento para generar políticas y beneficios adicionales a las prestaciones de ley para cuidar el bienestar de los colaboradores, más allá de solo recibir un aumento de sueldo. Las empresas deben dar incentivos que impacten directamente en mejorar su calidad de vida”, comparte Pablo Menchaca, director de Recursos Humanos en Up Sí Vale.
Salario justo sí, pero también Salario Emocional
Para los trabajadores el equilibrio entre el trabajo y la vida personal se ha vuelto prioridad dentro de las especificaciones para conseguir un nuevo empleo. Según el estudio “Búsqueda de Empleo por Internet en México 2021”, entre los principales factores que los candidatos toman en cuenta para aceptar un empleo son: oportunidades de desarrollo profesional, un mayor sueldo, prestaciones de ley, balance entre vida personal y laboral, y un buen ambiente laboral.
Ya no solo se trata de percibir un salario justo, sino de tener mejores condiciones, mayor flexibilidad en horarios y permisos, capacitaciones e incentivos que los motiven a un mejor desempeño, lo que hoy en día se conoce como el Salario Emocional. De acuerdo con datos de Up Sí Vale, empresa de soluciones financieras, 9 de cada 10 de sus usuarios declararon que las prestaciones extras que les dan sus empresas influyen para que permanezcan en ellas.
Leyes en favor de la calidad de vida y la productividad
De los 34 países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el ámbito laboral, México destaca porque se trabaja 24% más que el promedio de los países miembros (2,128 horas anuales), además de ser de las naciones que menos vacaciones otorga (6 días en el primer año). Lo que dista muchos de países como Canadá, Reino Unido o Dinamarca quienes son más productivos a pesar de laborar menos, ratificando que trabajar más horas y más días no precisamente equivale a ser más productivos.
Según el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) señala que el 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos. Un creciente padecimiento que provoca una saturación física y/o mental en el trabajador por las largas jornadas laborales, desencadenando una reducción en la productividad y descenso en la calidad de vida.
Las recientes propuestas en el Senado no son algo aislado, las normas que buscan proteger la calidad de vida de las personas son parte de una tendencia mundial en la que a México le urge ponerse al día. De ahí el surgimiento de normativas que mejoren la calidad de vida de los trabajadores, como la NOM-035, la cual establece que las empresas deben otorgar prestaciones que ayuden a identificar y prevenir factores de riesgo psicosocial; o la NOM-037 enfocada en regular las condiciones de seguridad y salud en la modalidad home office.
Sin embargo aunado a esto es importante cambiar la cultura laboral de raíz para que las empresas entiendan que estas nuevas normativas y tendencias son también para su beneficio y que existen muchas alternativas para aplicarlas de forma exitosa también para su beneficio.
Las empresas también ganan
Adecuar las leyes y prestaciones según las necesidades de empresas y empleados se traduce en un ganar-ganar para ambas partes, no solo se logra un mayor rendimiento en la operatividad, también se construyen mejores espacios de trabajo, en donde los colaboradores se sientan un elemento importante.
De acuerdo a una encuesta de usuarios de Up Sí Vale el 50% de los empleados dice que los incentivos adicionales lo hacen sentirse motivado y le dan más ganas de hacer su trabajo, mientras que el 48% dice que lo hacen sentir valorado; solo al 2% le son indiferente. Para las empresas esto se traduce en una mejora en la operación así como la retención del mejor talento.
Es importante que las empresas tengan en cuenta que los programas de compensación como los vales de despensa, apoyos para el home office o transporte, asistencias médicas, entre otros, además ayudar a cumplir con las nuevas normatividades, también se pueden recibir beneficios administrativos y fiscales, si se hace correctamente, y no tienen porqué incurrir a altos costos.
Algunos cómo el Adelanto de Nómina, por ejemplo, pueden ser gratuitos y otros como los vales de despensa o la gasolina son deducibles de impuestos. Además de que están disponibles tanto para grandes empresas, para PyMEs y emprendedores que inician su propio negocio.
“Las prioridades, las leyes y las empresas han cambiado, no podemos quedarnos atrás; en Up Sí Vale hemos visto como una vez que tanto empleados como empresas incorporan estos beneficios a su operación entienden el valor que estos tienen en su gestión, sus finanzas y sobre todo su calidad de vida y cultura organizacional”, finalizó Pablo Menchaca.
Artículo extraído de: https://www.liderempresarial.com
Escrito por: redacción lideremprearial.com
Enlace del artículo original: https://bit.ly/3fjBNFy