La Cámara Alta aprobó un paquete de reformas a la LFT que amplia las facultades de la Secretaría del Trabajo y las obligaciones de las empresas para promover y cuidar la salud mental de sus colaboradores.
El Senado aprobó por unaminidad este martes incorporar como condición de trabajo el derecho de las personas a la promoción y protección de su salud mental en el entorno laboral. De esta manera, las empresas estarían obligadas a contar con protocolos específicos en esta materia y a destinar dos días al año para realizar una jornada con especialistas para apoyar a sus colaboradores, entre otras acciones.
“Los riesgos laborales relacionados con la salud mental son, entre otros, políticas de salud y seguridad inadecuadas, malas prácticas de comunicación y administración, reducción en el poder de agencia de las personas trabajadoras, falta de apoyo, de todo tipo, a las personas trabajadoras, horarios laborales inflexibles, objetivos y tareas poco claras”, se indica en el dictamen discutido en el pleno.
Además de las nuevas obligaciones para los empleadores, la reforma aprobada faculta a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) para emitir lineamientos que “disminuyan considerablemente” los factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo.
La reforma fue enviada a la Cámara de Diputados para su aval. Con ella se adiciona además a la Ley Federal del Trabajo (LFT) la prohibición expresa de discriminar a una persona por un trastorno de salud mental.
“Sigue siendo importante atender todos los temas relacionados a la salud mental de los trabajadores, en nuestro país muchas personas luchan con este problema sin recibir apoyo y los tratamientos adecuados. En el entorno laboral, la salud mental puede afectar nuestra capacidad para realizar nuestras tareas, interactuar con los demás y alcanzar nuestros objetivos”, dijo en tribuna el senador Arturo del Carmen Moo Cahuich (Morena), integrante de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
En México, el ausentismo laboral relacionado a padecimientos psicológicos representa una pérdida de 23.8% en la productividad de los empleados, de acuerdo con la STPS. De acuerdo con un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las afectaciones de salud mental tienen un costo económico a nivel global de casi un billón de dólares por pérdidas en productividad.
A través del dictamen, los senadores reconocen que los efectos de la pandemia y la acelerada adopción del trabajo remoto, el cual desdibujó las fronteras entre vida laboral y personal, han impulsado un crecimiento en las afectaciones en salud mental. “En estos últimos meses, las personas han tenido que soportar un aumento de la carga de trabajo, jornadas laborales más largas, poco tiempo descanso y el temor constante de infectarse en el trabajo y transmitir el virus a familiares o amigos. Además, muchos han sido víctima de ataques físicos”.
¿Qué cambios contempla la reforma?
El dictamen contempla reformas a los artículos 3, 25 y 512 de la Ley Federal del Trabajo. De acuerdo con estos cambios, éstas serían las nuevas obligaciones de los empleadores vinculadas con el cuidado de la salud mental de los colaboradores:
- Queda prohibida la discriminación por trastornos mentales.
- Facultad de la STPS, en coordinación con la Secretaría de Salud, para emitir lineamientos con las medidas mínimas de protección y promoción a la salud mental que deben incorporar las empresas al nuevo programa integral.
- Mínimo dos jornadas sobre salud mental al año, las cuales no podrán ser utilizadas con fines de entrenamiento empresarial, capacitación o cualquier actividad que no tenga por objeto la protección y la promoción del bienestar mental.
- Los reglamentos de trabajo deberán contener las medidas necesarias para prevenir riesgos de trabajo.
- Las condiciones de trabajo que se establezcan por escrito deben incluir el Programa Integral para la Promoción y Protección del Derecho Humano a la Salud Mental en el Trabajo. Éstas deben contemplar, por lo menos, un protocolo para la prevención y erradicación de las violencias, incluidas la verbal y económica, y los malos tratos psicológicos; desarrollo de campañas permanentes de promoción y protección de la salud mental, así como jornadas específicas cada seis meses; prohibición de los malos tratos psicológicos por parte de la persona empleadora, sus representantes, la o el superior jerárquico o cualquier otra persona que trabaje en el centro de trabajo; erradicación del lenguaje y conductas estigmatizantes de las personas usuarias de salud mental.
Salud mental en el trabajo, un pendiente
De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC Mundial, cerca de seis de cada 10 trabajadores aseguran que su empleador no cuenta con ninguna medida para cuidar su salud mental y un 16% adicional califica insuficientes las acciones con las que se cuenta.
“Es decir, no hay estrategias internas como dinámicas, campañas informativas, apoyos o beneficios que atiendan esta necesidad”, destaca la bolsa de trabajo en su encuesta semanal.
Sobre las principales acciones que las empresas podrían aplicar en sus modelos de trabajo, el 50% de los trabajadores encuestados expuso que la flexibilidad laboral es la mejor opción para mantener una buena salud mental. Con esto se refieren a detalles como equilibrar las actividades, evitar las horas extra y contar con modalidades de trabajo híbridas y home office.
En tanto, el 34% opina que prestarle atención a mejorar el ambiente de trabajo ayudaría a evitar el estrés. Desde la perspectiva de los propios trabajadores, otra medida para mantener el bienestar mental es ofrecer apoyos psicológicos, al menos así lo considera el 14% de los encuestados.
Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Gerardo Hernández
Enlace del artículo original: https://bit.ly/3YBX1A2