La competitividad laboral puede ser una herramienta valiosa para el éxito empresarial si se gestiona de manera adecuada y saludable.
Es innegable que en el mercado laboral actual cada vez más se busca contar con los mejores perfiles profesionales, por ello la competitividad laboral incrementa, así que las empresas deben procurar que este aspecto se desarrolle de una manera sana y ética. Es ahí donde las áreas de Recursos Humanos deben promover ambientes en donde la competitividad sea saludable y abra el camino para el crecimiento profesional y no permitir que sea una fuente de estrés y/o ansiedad para sus trabajadores.
La competitividad laboral puede ser una herramienta valiosa para el éxito empresarial si se gestiona de manera adecuada y saludable. Esto se refiere a un ambiente en el que los empleados compiten de manera saludable, enfocándose en su crecimiento personal y en mejorar su desempeño en beneficio de la empresa.
La competitividad en el mercado laboral se da por la creciente demanda de habilidades especializadas. Además, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), la competencia laboral en México se ha intensificado en los últimos años debido a la globalización y la liberalización comercial. Este cambio ha llevado a una mayor necesidad de habilidades y capacidades en los trabajadores.
Es en este contexto, los encargados de los Recursos Humanos dentro de las compañías tienen una gran responsabilidad en la gestión del talento y la atracción de nuevos colaboradores, pues no deben perder de vista que en sí misma la competitividad es dura, pero también puede ser motivadora y puede llevar a un mayor esfuerzo y dedicación por parte de los trabajadores, convirtiéndose esto en mejores resultados profesionales y personales.
El World Economic Forum ha identificado la falta de habilidades y capacidades laborales como uno de los principales obstáculos para la competitividad laboral en México. Según el Foro, la falta de habilidades y capacidades es un problema que afecta tanto a los trabajadores como a las empresas, y que impide el crecimiento económico del país.
Una de las claves más importantes para promover una sana competitividad laboral es enfocarse y facilitar a cada colaborador el desarrollo de sus habilidades y conocimientos que los hagan más competitivos en el mercado laboral, a través de la formación continua, la participación en proyectos y actividades extracurriculares, y el fortalecimiento de habilidades blandas como el liderazgo y la comunicación.
Los Recursos Humanos tienen la tarea de promover la diversidad y garantizar un ambiente laboral inclusivo y respetuoso. Además, para fomentar una cultura de competencia saludable y ética, los encargados de los Recursos Humanos debemos promover el trabajo en equipo y el respeto mutuo, puesto que esta es una herramienta para lograr objetivos comunes y alcanzar el éxito.
Por ello, también es importante, la selección del personal a contratar, elegir a los candidatos adecuados, con las habilidades y competencias necesarias para el puesto, pero también es importante considerar su encaje cultural en la empresa. Esto contribuirá a mantener un ambiente laboral positivo y una competencia sana entre los empleados.
Además, no se debe dejar de lado que la comunicación efectiva es clave para mantener una sana competencia laboral. Es importante que los colaboradores se sientan escuchados y que se fomente la retroalimentación constructiva. La comunicación también debe ser clara y transparente, para evitar malentendidos y conflictos.
Sin duda, la competitividad laboral es una realidad en el mercado actual, pero debe ser vista y gestionada de manera saludable y como una oportunidad para el crecimiento y el desarrollo personal y profesional, tanto de los colaboradores como de la empresa.
Para lograr un mercado laboral más justo, eficiente y sostenible, es importante enfocarse en el desarrollo de habilidades y conocimientos para ser más competitivos. Es importante mencionar que una competitividad laboral no saludable puede generar efectos negativos en la organización, como la pérdida de colaboración, el estrés laboral excesivo, la falta de confianza y la desmotivación. Por lo tanto, es necesario que las empresas fomenten una cultura empresarial saludable y equilibrada, en la que se promueva una competencia sana que estimule el crecimiento personal y profesional de los empleados, sin descuidar otros aspectos importantes como la colaboración y el trabajo en equipo.
Artículo extraído de: https://expansion.mx
Escrito por: Alex Olhovich
Enlace del artículo original: https://bit.ly/41HAsKY
Ilustración: ReadyElements / PIXABAY