Más allá de la gestión de los riesgos derivados de los peligros físicos, las empresas tratan de minimizar los peligros psicológicos y el impacto negativo del trabajo en la salud emocional.
Para hacer más sencillo este trabajo a las organizaciones, hemos elaborado una guía esquemática de buenas prácticas basada en información de Aenor. En ella se ofrecen las directrices clave para una gestión exitosa de los riesgos psicosociales.
Principios de actuación para la gestión del riesgo psicosocial
- Hay que abordarlo desde una doble perspectiva: laboral y extralaboral.
- Apoyo real por parte de la dirección.
- Tener en cuenta a los trabajadores. Las organizaciones deben ofrecerles la oportunidad de dar su opinión sobre los riesgos psicosociales para conocer qué peligros hay y dónde están localizados.
- Involucrar a todas las áreas. Ello permite, no sólo una perspectiva global, sino también el uso de diferentes tipos de indicadores. Para ello, se utilizan varias fuentes de datos: absentismo, bajas por enfermedad, reclamaciones de los trabajadores, rotación laboral, motivos aportados por los trabajadores cuando dejan voluntariamente la organización, etc.
- Estudios psicosociales cualitativos y cuantitativos. Los datos recogidos permiten, una vez detectado que hay un problema, localizarlo, identificar la causa y, por lo tanto, conocer cómo combatirlo.
- Definir una jerarquía de control. Eliminar el riesgo, reducir su exposición, minimizar el daño y establecer medidas de rehabilitación y retorno al trabajo una vez producido el daño.
- Se debe llevar a cabo a través de tres tipos de intervención:
- Primaria: Dirigida a toda la organización con la idea de modificar o eliminar las fuentes de riesgo y así disminuir el impacto negativo.
- Secundaria: Detección precoz de los riesgos y los grupos a los que atañe.
- Terciaria: Medidas, acciones y estrategias dirigidas a minimizar los efectos de los problemas detectados.
- Seguimiento y medición. También debe ser proactivo, para medir las acciones preventivas que se están llevando a cabo, y reactivo, con el fin de conocer la eficacia de las acciones correctivas derivadas de problemas ya identificados.
Principales líneas de actuación proactiva
Las principales líneas proactivas de actuación de las organizaciones (intervención primaria), se focalizan en:
- Promoción de la salud física y mental. Ambas están estrechamente vinculadas, pues si una no es buena repercutirá negativamente en la otra y viceversa.
- Aprobación de políticas de bienestar. Antiacoso, violencia, igualdad y diversidad, etc.
- Mejora de la conciliación y flexibilidad horaria. Reduce el estrés, el agotamiento y aumenta la calidad de vida.
- Promoción de la participación de los trabajadores. Y esto se logra a través de herramientas que permiten un mayor número de canales de comunicación mejorando la integración de los empleados y la interacción.
- Adecuada gestión de equipos y organización del trabajo. Proporcionar formación y herramientas para la implantación de un estilo de liderazgo basado en una adecuada gestión de personas y reparto del trabajo.
- Fomento de la motivación laboral.
- Formación y planes de carrera.
- Herramientas que permitan acudir a atención profesional personalizada.
- Gestión de nuevas formas de trabajo, como, por ejemplo, el teletrabajo.
La NOM-035 de la STPS establece las medidas necesarias para evitar factores de riesgo psicosocial en los trabajadores. Conocer las Normas Oficiales Mexicanas establecidas por la STPS permite garantizar espacios de trabajo seguros y saludables. Conoce más sobre las Normas Oficiales Mexicanas esenciales para la operación adecuada de tu empresa o negocio.
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Artículo extraído de: https://www.observatoriorh.com
Escrito por: Annais Paradela
Enlace del artículo original: https://tinyurl.com/mkakkfap
Ilustración: Mohamed Hassan / PIXABAY