El plazo para cumplir con las nuevas regulaciones en materia de subcontratación ya está corriendo, pero los dueños de empresas podrían incurrir en errores graves ante los complicados cambios

Las empresas que tienen entre sus filas empleados contratados a través de servicios de subcontratación (outsourcing) se encuentran en medio de un “río revuelto” mientras tratan de cumplir con las nuevas disposiciones en materia laboral.

El 24 de abril de este año inició el plazo para que los patrones pongan en marcha las nuevas disposiciones en materia de subcontratación laboral que se establecieron con las reformas a la Ley Federal del Trabajo, la Ley del Seguro Social, la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, el Código Fiscal de la Federación, entre otros más.

Sin embargo, el proceso de transición no ha sido sencillo para las empresas, sobre todo para las pequeñas y medianas que en muchos casos han tenido que recurrir a servicios de asesoría para evitar caer en un incumplimiento, lo que podría derivar en cargos legales y fiscales, señala Rolando Silva Briceño, integrante de la comisión de seguridad social del Colegio de Contadores Públicos de México.


La implementación de la reforma para los patrones y empresarios va a generar un costo. Es muy complicado, incluso en los pequeños empresarios que van a tener que demandar servicios de consultoría, notarías o abogados. En un país en donde el 90 por ciento de las empresas son micro empresas y no tienen el acceso al conocimiento de lo que está sucediendo, mucho menos a servicios de consultoría especializados, el proceso será complicado para ellos

Integrante del Colegio de Contadores Públicos de México


Las reformas aprobadas en abril de este año establecen que está prohibida la subcontratación, aunque sí se permite este esquema en servicios especializados o de ejecución de obras especializadas que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante de la beneficiaria de estos y siempre y cuando el contratista esté registrado en el padrón público que supervisará la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).

Las empresas que pese a las nuevas disposiciones implementen esquemas simulados de prestación de servicios especializados o la ejecución de obras especializadas serán acreedoras de multas de hasta 50 mil UMAs (Unidad de Medida Actualizada), equivalentes a cuatro millones 481 mil pesos.

Esta semana se publicaron a través del Diario Oficial de la Federación (DOF) los detalles para que las personas físicas o morales que presten servicios o ejecuten obras especializadas se registren en el Padrón Público, que tendrá por objetivo contar con un acervo vigente y de control que permita identificar, registrar, regular y fiscalizar a las personas físicas y morales que presten estos servicios.

Sin apoyo

Las empresas y patrones están llevando a cabo este proceso de transición sin apoyo de la dependencia dirigida por Luisa María Alcalde, que también se encuentra vigilando los cambios ordenados por la reforma laboral de 2019 referentes a la vida sindical del país que contempla la eliminación de las Juntas de Conciliación y Arbitraje para crear Tribunales Laborales en el Poder Judicial y el derecho al voto libre, secreto y directo al momento de elegir líderes sindicales.

Pese a este panorama, Silva Briceño afirma que las disposiciones laborales en materia de subcontratación son sencillas de resolver, pero son los cambios y regulaciones fiscales que conllevan estas nuevas reglas los que preocupan más.

“Esta falta de comunicación objetiva de los cambios, que en efecto se están llevando a cabo, están propiciando que el empresariado sea propenso a caer en el error, la omisión y de acuerdo con las leyes esto podría tener consecuencias dramáticas por todas las responsabilidades que se desprenden en los temas fiscales y laborales”, advierte.


60 por ciento de los dueños de empresas planean integrar a los trabajadores subcontratados como empleados por honorarios o asimilados a salarios, según una encuesta de la AMECH


Además, apunta que para tratar de cumplir con estos cambios sin incurrir a grandes costos, las empresas podrían evaluar la incorporación de los empleados subcontratados o prescindir de ellos.

Una encuesta de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) publicada en la primera quincena de marzo de 2021, confirma la baja probabilidad de que los empresarios integren a sus trabajadores a la nómina. Aproximadamente 60 por ciento de los dueños de empresas encuestados señalan que en caso de que se elimine la figura de subcontratación integrarían a sus empleados por honorarios o asimilados a salarios.

“El patrón en automático busca estrategias, ya no pensemos en las grandes empresas sino en el pequeño patrón que había decidido formalizarse a través del Régimen de Incorporación Fiscal y que hoy está caminando en la cuerda floja”, dice Silva Briceño.

Cabe destacar que la pandemia afectó a 85.1 por ciento de las empresas mexicanas con la disminución de sus ingresos, la caída de la demanda y la escasez de insumos o productos, además únicamente 5.9 por ciento reporta haber recibido algún apoyo por parte del gobierno o cámaras empresariales, de acuerdo con la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por las Empresas (ECOVID-IE 2020), elaborada por el INEGI.

Noticia extraida de: https://www.reporteindigo.com/

Escrita por: María Fernanda Navarro

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