Las políticas de sensibilización deben ir de la mano con el fomento de una cultura en la que los empleados se sientan seguros para hablar de sus problemas sin temor a ser juzgados o discriminados.
Es cada vez más evidente la necesidad de contar con culturas organizacionales que no solo sean inclusivas, sino que también apoyen activamente a sus colaboradores, en especial aquellos que enfrenta desafíos relacionados con salud mental.
Karla Muñoz, especialista en salud ocupacional, destaca la necesidad de sensibilizar a los empleados y líderes sobre la importancia de la salud mental en el trabajo, eso implica fomentar una cultura organizacional donde se implementen programas de capacitación que hagan más conscientes a los trabajadores sobre los padecimientos mentales.
“Desde trastornos de ansiedad hasta depresión o trastornos de atención. La idea es que todos los empleados, independientemente de su rol, comprendan que la salud mental es una parte vital del bienestar general de una compañía”, menciona Muñoz.
Lizet Meneses, fundadora de La Class Wellness, menciona que esto implica romper el silencio sobre estos temas, promover un diálogo abierto y normalizar las conversaciones sobre salud mental dentro de la organización, esto es clave para reducir el estigma.
Es cada vez más evidente la necesidad de contar con culturas organizacionales que no solo sean inclusivas, sino que también apoyen activamente a sus colaboradores, en especial aquellos que enfrenta desafíos relacionados con salud mental.
Karla Muñoz, especialista en salud ocupacional, destaca la necesidad de sensibilizar a los empleados y líderes sobre la importancia de la salud mental en el trabajo, eso implica fomentar una cultura organizacional donde se implementen programas de capacitación que hagan más conscientes a los trabajadores sobre los padecimientos mentales.
“Desde trastornos de ansiedad hasta depresión o trastornos de atención. La idea es que todos los empleados, independientemente de su rol, comprendan que la salud mental es una parte vital del bienestar general de una compañía”, menciona Muñoz.
Lizet Meneses, fundadora de La Class Wellness, menciona que esto implica romper el silencio sobre estos temas, promover un diálogo abierto y normalizar las conversaciones sobre salud mental dentro de la organización, esto es clave para reducir el estigma.
“Las políticas de sensibilización deben ir de la mano con el fomento de una cultura en la que los empleados se sientan seguros para hablar de sus problemas sin temor a ser juzgados o discriminados”, resalta Meneses.
Por lo que la flexibilidad laboral es un pilar clave para una cultura organizacional que incluya a todo tipo de persona, no solo a quienes tienen trastornos mentales, sino que sea un ambiente donde los colaboradores puedan ajustar su carga de trabajo o sus horarios cuando lo necesiten, esto genera un espacio más saludable y productivo.
La encuesta Gen Z y Millenial 2024 de Deloitte, revela que cuatro de cada 10 centennials y 35% de los millenials dice que se siente estresado todo o la mayor parte del tiempo.
Lizet Meneses señala que esta flexibilidad es crucial para quienes enfrentan fluctuaciones en su estado mental, como el caso de los trabajadores con trastornos de ansiedad o depresión, quienes pueden tener días más difíciles que otros.
Según la Secretaría de Salud (SSa), en México más de 3.6 millones de personas adultas han sido diagnosticadas con depresión.
En ese sentido, las empresas deben estar dispuestas a ofrecer horarios de trabajo adaptados, modalidades híbridas o completamente remotas, con el objetivo de mantener o eficientizar la productividad de la fuerza laboral. Así como políticas que permitan descansos para atender la salud mental sin penalización.
Este enfoque ayuda a los trabajadores a gestionar mejor su carga emocional y mental, esto se traduce en un mayor compromiso y lealtad hacia la compañía, al sentirse protegidos y valorados por los líderes.
Acceso a recursos de salud mental
Karla Muñoz resalta que la empresa debe de brindar recursos tangibles, como acceso a asesoramiento psicológico, terapias y servicios de bienestar mental a través de seguros o programas internos.
“No basta con tener programas de bienestar sino está respaldado por recursos que apoyen la integridad del empleado en sus momentos más críticos. Una cultura inclusiva debe proporcionar a los empleados opciones claras para acceder a apoyo emocional y psicológico, ya sea con profesionales externos o con servicios de atención dentro de la misma compañía”.
Ambas especialistas coinciden en que el liderazgo juega un rol fundamental en la creación de una cultura organizacional inclusiva, promoviendo un ambiente de empatía y comprensión hacia las necesidades de los colaboradores con padecimiento mentales.
“Los líderes deben de ser los primeros en dar el ejemplo, no solo deben de estar capacitados para gestionar equipos diversos, sino que también deben tener la habilidad de identificar señales tempranas de estrés o agotamiento emocional de sus colaboradores”, agrega Meneses.
Un buen líder es aquel que entiende que el bienestar mental de sus empleados influye directamente en la productividad y el éxito de la empresa, es fundamental capacitar a los gerentes y directivos en temas de primeros auxilios psicológicos, para que puedan apoyar a sus equipos de manera efectiva y adecuada.
Algunos padecimientos o trastornos mentales más comunes en el trabajo, según Lizet Meneses son:
- Autismo
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Dislexia
- Dispraxia
- Discalculia
- Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS)
- Trastorno del Lenguaje Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
- Síndrome de Tourette Trastorno Bipolar
- Trastorno de la Ansiedad Generalizada (TAG)
Evaluación continua y métricas de bienestar
Lizet Meneses propone el uso de métricas de bienestar mental para garantizar que los programas sean efectivos, por lo que recomienda implementar encuestas periódicas y mecanismos de retroalimentación que evalúen el estado de salud mental de los colaboradores.
“Medir el bienestar y ajustar las estrategias según los resultados es clave para mantener un entorno saludable. Estas métricas pueden incluir niveles de satisfacción, índices de retención y tasas de absentismo, todo lo cual puede ser indicativo del impacto que la salud mental tiene en el clima laboral”.
Una cultura inclusiva no solo beneficia a los empleados con trastornos mentales, también redefine el éxito organizacional porque crean un entorno más justo, productivo y resiliente a largo plazo.
La creación de una cultura organizacional que incluya y apoye a empleados con una diversidad de padecimientos mentales es más que una iniciativa de bienestar, es una inversión en el éxito sostenible de la organización.
Las empresas que priorizan la salud mental, ofrecen flexibilidad y apoyan a sus líderes con herramientas necesarias, están en camino de ser una compañía referente en una cultura genuinamente inclusiva y preparada para el futuro del trabajo.
Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Ricardo Ramirez
Enlace del artículo original: https://shorturl.at/5I9h1
Ilustración: Freepik