Estuvimos trabajando para nadie, concluye un grupo de trabajadores de la construcción que durante años laboraron con desarrolladores bajo el esquema de outsourcing en la construcción de edificios de departamentos en Puebla.

A pesar de la reforma a la subcontratación en México, que prohibió esa práctica desde el 1º de septiembre de 2021, existen cientos de víctimas que siguen buscando justicia en los tribunales por la proliferación de esquemas de simulación de relaciones laborales.

Mauro Alonso López Silva, ingeniero de 43 años, se declara víctima de ella y de la familia judía Cherem, con negocios inmobiliarios de desarrollos de departamentos en Puebla y la Ciudad de México, bajo el esquema de empresas fantasmas para evadir obligaciones laborales.

Con el expediente D-4/358/2018, Mauro Alonso, quien fue coordinador de seguridad e higiene industrial, lleva siete años buscando justicia en la Procuraduría de la Defensa del Trabajo con Patricia Barojas Arcos, auxiliar de la junta especial número cuatro en la ciudad de Puebla, luego de haber trabajado en la empresa Grupo Inmobiliario Simetric, propiedad de Sión David Cherem Dichi, representado por José Luis González Ríos.

Muy pronto se dio cuenta de que Simetric, compañía a la que demandó por despido injustificado y falta de liquidación, ubicada en Gran Boulevard Lomas Distrito Sonata, en la colonia Lomas de Angelópolis, San Andrés Cholula, Puebla, operaba bajo el esquema de terciarización con otras dos supuestas empresas que funcionaban como pantalla en la triangulación de recursos financieros, así como en el pago de salarios a trabajadores y facturas a proveedores.

En apariencia, Simetric era la empresa utilizada para construir dos edificios de 10 departamentos y penthouses, en un esquema ilegal de simulación de relaciones de trabajo, a través de Entorno Corporativo y Empresarial, SC y Alpha Residences Puebla, SA de CV.

El objetivo de este esquema fraudulento del empresario Cherem Dichi es evadir impuestos y desconocer a sus empleados y trabajadores, la mayoría albañiles: “A los pocos meses de entrar me di cuenta de que Simetric, la empresa principal iba seccionando con las otras dos de outsourcing. Entorno Corporativo me da de alta indebidamente en el Seguro Social, cuando tendría que haber sido Simetric y luego me di cuenta de que Alpha Residentes tenía dados de alta a otros trabajadores. Hacen un relajo con una, dos, tres, cuatro o cinco empresas”, dice en entrevista con La Jornada.

El mecanismo

Nosotros administramos, pero no te vamos a pagar con la empresa que tenemos, le dijo el administrador de la familia Cherem: Veía que todo era evadir todos los pagos, para que no les costara nada; todos los recursos, sacarlos de fideicomisos o préstamos bancarios: pura triangulación.

Añade: “No pagaban Seguro Social; no cumplían con reglas de Protección Civil, que clausuraba la obra, pero luego le daban moche, se arreglaban y continuaba. Nunca cumplieron con las leyes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, pero nada pasaba, siempre se arreglaban”.

Mauro Alonso estaba a cargo de toda la obra de los edificios, con más de 300 trabajadores de la construcción: “Terminaron los departamentos y los vendieron, pero los inquilinos empezaron a demandar porque tenían problemas con los estacionamientos y sótanos con inundaciones. Venden sabiendo que van a quedar mal y que las demandas que interpusieron los inquilinos no van a prosperar por el uso de las empresas de outsourcing; finalmente, los afectados no obtienen ninguna respuesta favorable”.

Los departamentos fueron vendidos entre 3 y 10 millones de pesos y tenían fallas estructurales: ¿A quién demandan los compradores? Son varias las empresas, y luego aunque ganes, la compañía argumenta que no tiene responsabilidad, y ahí se queda el caso en el juzgado.

Dice que su demanda ya está ganada, pero la autoridad no sabe a quién cobrarle: “Así me dijeron: ‘hazle como quieras, no te vamos a pagar’, y efectivamente, ahí está la demanda ganada después de siete años y muchos citatorios a los que acudí para presentar todas las pruebas, así como muchas otras demandas que finalmente tampoco proceden”.

Pronto, el afectado se fue dando cuenta de las transas de los constructores para no pagar lo que correspondía a los trabajadores. Por ejemplo, a su secretario le pagaban 3 mil pesos, pero los Cherem mandaban 3 mil 500 y se quedaban con 500.

Los obreros no sabían que la empresa tenía dobles nóminas. Quien mandaba el dinero era el súper intendente Israel Turcott Trejo y la que pagaba era Simetric, pero en efectivo. A los empleados como yo, Simetric nos pagaba vía transferencia bancaria.

“Simetric contrataba el outsourcing, que tenía como 20 empresas con las que funcionaba igual; quedaban frente a todo lo legal, aseguraban a los empleados. La transa es que cuando hay algún problema, la triangulación se quita completamente. El día que reclamábamos los trabajadores, nos daban direcciones en la Ciudad de México donde había terrenos baldíos y casas de otras personas.”

Añade: “Ése es el fraude. El outsourcing aparecía como representante, pero cuando había alguna reclamación se esfuma: desaparece completamente y deja a todos sin sus derechos. Obviamente, Simetric no responde por nada”.

Comenta que finalmente las contrataciones se hacían en la informalidad, sin ninguna prestación: Todos estábamos mal. No nos daban aguinaldo ni vacaciones ni vales de despensa ni nada. Ése es el fraude. Estás trabajando para nadie.

Otro de los aspectos a destacar es que los obreros trabajaban sin ningún tipo de seguridad industrial: “Trabajan muy a lo bravo, sin equipo ni protección. Como especialista en seguridad, le puedo decir que traen a todos expuestos. Tenían cero seguridad, los trabajadores andaban en bermudas, chanclas, sin protección, sin casco, sin guantes…”

Comenta que cuando llegó a la empresa solicitó cambios en ese sentido, pero los dueños fueron muy claros en decir que no les importaba la seguridad: “Yo les decía: ‘la gente no trae guantes y se les cortaron las manos; se han caído’. Me me daban promesas de que atenderían los problemas, pero finalmente nadie traía equipo. La obra estaba sucia, los baños no servían porque estaban saturados, la gente se iba atrás de los escombros para hacer sus necesidades básicas. Eran condiciones de la fregada”.

Cuenta que los contratistas llegaban con 50 trabajadores, pero solamente 10 estaban asegurados: Tengo el dictamen de cuando vino la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, porque la gente se fue a quejar de que no tenían IMSS, pero también la sobornaron, como a los de Protección Civil cuando clausuraban la obra un día y luego volvía todo a la normalidad. No pasaba nada. A los inspectores de todas las dependencias los compraban y podían seguir trabajando como si nada.

Añade: El esquema era que Entorno Corporativo aseguraba a la gente, pero el que tenía que pagar el Seguro Social era Simetric. Yo mandaba los papeles; nunca me regresaban las altas y me decían que Simetric no hacía el pago para asegurarlos.

Impunidad

Agrega que fue testigo de cómo Eduardo García Gómez, albañil de 25 años, cayó de un tercer nivel y quedó en coma. “Cuando quiso reclamar, el outsourcing se hizo a un lado. Simetric dijo que no era dueño de la obra porque estaba a nombre de un tercero que era el contratista; era otra la que construía, pero en ese momento desapareció, y entonces el chico se quedó sin nada”.

El joven finalmente se recuperó e interpuso una demanda laboral, pero ninguna empresa le respondió, argumentando que todo el esquema era de terciarización; ni siquiera Alpha Residences de Puebla porque argumentaron que era sólo un nombre comercial.

El entrevistado cuenta que un día llegó un ingeniero familiar de los Cherem, quien andaba en el penthouse sin protección y le recomendó que se pusiera un casco a modo de protección.

“Yo hice un reporte para deslindarme porque si el tipo se caía y se mataba, era cosa de él. Al día siguiente, el arquitecto Daniel Hernández me corrió. Me dijo: ‘ya no puedes ingresar a trabajar porque yo digo y por mis güevos. A mí me la pelas, tonto’.”

Añade: Eso fue lo que me molestó: las formas. Es una filosofía de abusar y sentirse poderosos. De hecho, el súper intendente, Israel Turcott Trejo, abusaba y violentaba a las muchachas de la limpieza. Tengo aquí las denuncias por acoso sexual, y lo supo el dueño, como la de Roxana Hernández Morales. No está bien que actúen así, que sean caciques, que abusen y traten mal a la gente. Por eso decidí demandar.

Dice que a pesar de presentar todas las pruebas ante el tribunal –cuya copia entregó a La Jornada–, la demanda no ha prosperado: Voy a las citas, y la autoridad hace lo que los Cherem dicen. Presenté mis pruebas, como la credencial de la empresa, los recibos, los correos, y dijeron que era información confidencial. Me dijeron que no procede; tampoco me aceptaron fotografías ni audios. Todo me lo desechan.

Concluye: “La transa de las empresas de ese tipo es que administran el proyecto de construcción, pero otra paga directamente. El outsourcing nunca se mancha las manos, es el crimen formal organizado. Son criminales dentro de la formalidad. Yo demandé porque Andrés Manuel López Obrador sacó la reforma laboral contra el esa práctica, por eso me animé. Lo único que quiero es que me paguen, pero no bajo un esquema ilegal. Quiero mi liquidación, todo lo que me corresponde por ley”.

Artículo extraído de: https://www.jornada.com.mx

Escrito por: Sanjuana Martínez

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Ilustración: katemangostar Freepik