La pérdida estimada de días de trabajo relacionadas con la seguridad y la salud laborales representan alrededor del 4% del Producto Interior Bruto mundial
Cada año, 374 millones de muertes son causadas por enfermedades relacionadas con el trabajo como el estrés y el agotamiento, reveló la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se trata de una situación que repercute en el bienestar físico y emocional de las personas en el corto y a largo plazo, y el caso de México no es la excepción pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso que siete de cada 10 trabajadores en el estrés padecían estrés laboral en 2018.
Al respecto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que cada año se registran más de 370 millones de accidentes laborales y la Secretaría del trabajo y Previsión Social (STPS) detalló que las empresas mexicanas pierden alrededor de 16 mil millones de pesos cada año por trastornos emocionales relacionados con accidentes laborales, estrés y ansiedad.
En tanto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) refirió que cuatro de cada 10 empleados con estrés desarrollarían depresión en un corto plazo, por ello, la STPS publicó la NOM 035, que busca identificar, analizar y prevenir los riesgos psicosociales en el trabajo.
Dicha norma define los factores de riesgo psicosociales como aquellos que pueden provocar trastornos de ansiedad, del ciclo sueño-vigilia, así como estrés grave por el trabajo, la jornada laboral y la exposición a acontecimientos traumáticos, en ese sentido, la NOM 035 tiene como objetivo ofrecer las condiciones laborales adecuadas para que el trabajador realice sus jornadas de trabajo en un ambiente sano física y mentalmente.
¿Qué se consideran factores de riesgo psicosociales en el trabajo?
La cargas de trabajo que incluyen las actividades y responsabilidades del personal son parte de los factores de riesgo contemplados, así como las condiciones en el ambiente y centro de trabajo que refieren a la higiene y seguridad, además de la falta de control sobre el trabajo que expone la posibilidad de que los trabajadores influyen o tomen decisiones sobre sus actividades, las jornadas de trabajo y rotación de turnos flexibles y equilibrados, además de mantener un equilibrio entre el trabajo y la familia.
Por otro lado, se prevé evitar relaciones tóxicas y liderazgo negativo, mantener políticas internas y una línea de denuncia y prevención de la violencia laboral, brindar comunicación e información a todo el personal, a quien se debe capacitar de manera constante.
La presidenta de la Asociación Mexicana para el Bienestar y Desarrollo Organizacional, Irasema González, dijo que se deben realizar mayores esfuerzos para prevenir los riesgos laborales a través de la adopción de un enfoque multidisciplinario, fortaleciendo vínculos con la salud pública, mejorando el conocimiento de las empresas y sus implicaciones en la seguridad de salud mental del trabajador, además de cumplir con la NOM 035.
Finalmente, González agregó que cuando las compañías generen un ambiente de trabajo óptimo, se reducen los índices de ausentismo, incapacidades y se aumenta la productividad que a su vez, mantiene una adecuada salud mental en los trabajadores.
Noticia extraida de: https://idconline.mx
Escrita por: redacción idconline.mx
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