Los Riesgos de Trabajo (RT), en donde se consideran a los accidentes y enfermedades laborales, así como a los accidentes en trayecto que, anualmente, son reportados en la página oficial del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde la estadística nacional más reciente, que es la del 2023, se reportaron 569,766 Riegos de Trabajo, de los cuales 393,805 y 18,489 fueron Accidentes y Enfermedades de Trabajo, respectivamente y 157,472 Accidentes en Trayecto; en ese mismo año, quedaron incapacitados de manera permanente: 38,783 trabajadores y fallecieron 1,090 personas.

Cabe preguntar, si estos “casos, cifras, eventos” o como se le quiera adjetivar, son muchos o pocos, pero la verdad absoluta, es que se trata de mexicanas y mexicanos que sufrieron un RT, que tuvieron la desgracia de quedar imposibilitados para dedicarse a alguna actividad productiva, con las consecuencias emocionales y físicas, en sus entornos personales, familiares e institucionales, pero peor aun los mas de mil trabajadoras y trabajadores que perdieron la vida.

En este orden, la cuestión es porque, si todos los accidentes y enfermedades son prevenibles, en un altísimo porcentaje, luego entonces la reflexión es saber que está pasando, ya que cada año aumentan los RT, las incapacidades permanentes y las defunciones…pero “no mucho” como en alguna ocasión escuche a un tipo que cobraba como servidor público.

Recordemos lo estipulado en el Art. 473 de la Ley Federal de Trabajo “Los patrones son responsables de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales de los trabajadores”, sin embargo, la participación comprometida de los tres factores de la producción para disminuir la alta siniestralidad laboral, así como también las instancias de seguridad pública, en el control de los ilícitos que sufren las y los trabadores en los trayectos de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, son indispensables y se debe contar con la información actualizada de las áreas del IMSS que registran los Riesgos de Trabajo, para que, gobierno, trabajadores y patrones, puedan tener los “tiros de precisión en los centros de trabajo”, coadyuvando integralmente, con los órganos que el Estado Mexicano ha implementado y auxiliándose de las recomendaciones y experiencias que organismos internacionales han elaborado para ejecutar y evaluar los procesos de Seguridad y Salud en el Trabajo.

De lo planteado anteriormente y con base a la casuística reportada de los Riesgos de Trabajo, podemos inferir que, en general, no existe una “cultura de la prevención de riesgos” (tema ampliamente aceptado y estudiado), por lo que sugerimos incluir en la curricula de la educación básica, a partir del 4º año de primaria un programa social y educativo “dedicado a construir los cimientos de una cultura en seguridad social que poco a poco sensibilice a la población en general acerca de los valores y principios que la sustentan” en donde al conocer los alcances de la seguridad social, se fomenta y se estructura, en jóvenes de 9 a 17 años, “la cultura de la previsión”, como ya sucede con la ecología y el medio ambiente, en donde “los niños y los jóvenes han desempeñado un papel fundamental en la divulgación de la información y en el despertar de la conciencia de sus mayores, siendo los protagonistas de un esquema de formación de abajo hacia arriba, como factores de cambio”.

Artículo extraído de: https://www.elsoldetoluca.com.mx

Escrito por: Jorge Alberto Díaz Galindo

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