Las iniciativas para reducir riesgos son vitales, pues 60% de las Pymes no se recuperan de un desastre natural, indica la ONU.

Los desastres naturales afectan en demasía la economía de los países, solo entre los años 1998 y 2017 las pérdidas fueron un 151% más en la economía mundial por este motivo, una suma de 2.9 billones de dólares (bdd), según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) suelen ser las más vulnerables.

México, en particular, está expuesto a fenómenos naturales como sismos, huracanes, tormentas torrenciales e inundaciones. Además, hay que tener en cuenta el contexto global en el que vivimos, pues está comprobado que existe una relación entre el cambio climático y una mayor frecuencia de desastres naturales.

El acomodo de los artículos es muy importante, sobre todo si el propietario vives en zonas de cuidado o donde frecuentemente se presentan fenómenos naturales.

En el 2020, el año más afectado por fenómenos naturales en México, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) reportó un aumento de 202% en el impacto económico respecto del año anterior, lo cual fue equivalente a 0.14% del PIB de ese año, y fueron los fenómenos meteorológicos los que concentraron casi 99% de estos daños monetarios.

En este escenario, las Pymes representan el 90% de empresas en América Latina y El Caribe, lo que las mantiene expuestas a sufrir pérdidas en su inventario, un golpe monetario significativo que desencadena diversos problemas. La ONU refiere que entre un 40 y 60% de ellas no se recupera de un desastre natural.

Melonn recomienda prácticas esenciales de seguridad dentro de las bodegas logísticas, que van desde la organización del inventario, hasta planes y protocolos tanto de Protección Civil, como propios. Con el fin de prevenir daños, las acciones que se recomiendan engloban instalaciones de alarmas, capacitaciones al personal e inspecciones constantes.

Tener una bodega en la Ciudad de México implica que:

  1. Los racks y tarimas son esenciales para resguardar los productos ante una posible inundación.
  2. Los artículos de vidrio y cristal deben ser colocados en los niveles más bajos de la estantería, para evitar el menor daño posible en pérdidas materiales o lesiones de algún miembro del equipo.
  3. Las piezas más frágiles deben mantenerse fuera de los racks y lo óptimo es dejarlas en tarimas, con el fin de evitar averías.

Así como tener protocolos para actuar en consecuencia:

  1. Realizar inspecciones de bajadas pluviales para asegurar que no hay filtraciones que dañen lo almacenado.
  2. Capacitar constantemente al personal de la bodega es indispensable, al menos dos veces al año, para que el equipo siempre tenga en mente el protocolo de acción ante cualquier eventualidad.
  3. Tener sistemas de prevención contra incendios es una obligación, pues las fallas eléctricas y mecánicas en los sistemas o vehículos pueden producir un siniestro de esta naturaleza.
  4. Realizar simulacros y contar con brigadistas para mejorar la reacción del personal ante un inminente siniestro.

Seguir los protocolos de Protección Civil es un gran inicio, pero lo ideal es hacer los propios teniendo como base estas recomendaciones. También es recomendable hacer inspecciones periódicas en los almacenes o bodegas y verificar que todo funcione correctamente.

Es importante destacar que estas medidas deben ser adicionales a la protección que otorga una póliza de seguro, pues ante un desastre natural no solo es importante proteger las pérdidas de inventario, sino otros bienes e información crítica de la empresa, como registros financieros, datos de clientes y empleados, indicó la empresa de e-commerce y fulfillment.

Artículo extraído de: https://realestatemarket.com.mx

Escrito por: Estefanía Santiago

Enlace del artículo original: https://bit.ly/3A65C3z