Las excusas pueden ser señal de que no se conocen los objetivos y que se está trabajando a “ciegas”
Cuando los colaboradores no entregan el trabajo a tiempo, no cubren con las metas o simplemente no realizan sus tareas y ponen excusas, puede haber un problema en la gestión de los trabajadores y la falta de claridad de objetivos.
La alternativa es cambiar el modelo de gestión y pasar de confiar en que las personas realizarán sus tareas a confiar en los procesos, destacó Liane Davey, autora de The Good Fight, You First.
Liane le recomienda a los lideres empezar por analizar las razones del por qué un empleado puede fracasar, ello permitirá crear procesos más sólidos. El primer punto a analizar es conocer si saben qué se espera de ellos, o lo que requieren hacer en el trabajo, el segundo es un problema de alineación, pues es posible que no cuenten con los conocimientos o habilidades para realizar las tareas, y finalmente está la falta de motivación.
La labor de los jefes es crear procesos que actúen como soporte para impulsar la alineación, capacidad y motivación de los trabajadores. “Este proceso debe ayudar a la persona desde el momento en que le asigne la tarea hasta el momento en que la entregue. También debería anular sus excusas habituales”, comentó Liane para Harvard Business Review.
Establezca objetivos claros
La falta de objetivos claros es una de las principales razones del por qué los colaboradores no realizan sus tareas, pues desconocen los objetivos, esto se da debido a que los líderes intuyen que se conocen la labores a realizar y cuando se tienen charlas no se habla a profundidad.
Liane recomienda empezar a establecer objetivos claros, ello evitará que el personal de excusas. “Empezar por el propósito también es útil si la persona no es estratégica y no quiere ver el panorama general o si es egoísta y propensa a priorizar su propio éxito por encima del del equipo”.
De acuerdo con Harvard Business Review, ya que se tiene el propósito es importante señalar cómo serían los resultados buenos, malos e inaceptables, pues cuando señalar meticulosamente qué se considera un trabajo exitoso y qué sería preocupante ayudará a evitar que persona haga pasar un trabajo de mala calidad por suficientemente bueno.
Impulse las habilidades
La falta de habilidades y conocimiento es otra de las razones del porque el trabajo no se hace correctamente o se ponen pretextos, por ello es fundamental que los lideres conozcan las brechas que tienen los colaboradores y creen planes de capacitación constante.
“Comparta enfoques efectivos y proporcione precedentes de proyectos anteriores. Pero no cometa el error de ser el que habla todo el tiempo; su asentimiento con la cabeza no puede interpretarse como comprensión. En cambio, averigüe cómo procesan la solicitud pidiéndoles que compartan su plan”.
Motive a los colaboradores
Como mencionamos anteriormente, la falta de motivación puede llevar al fracaso, por ello es importante generar estrategias que lleven al trabajador a mantenerse motivado día a día, pero ¿cómo hacerlo?
La respuesta está en conocer las necesidades de los colaboradores y cómo se sienten en el trabajo, por ejemplo, si su pérdida de fe está asociada a la falta de sentido de propósito lo recomendable es comunicarle como su labor ayuda al crecimiento de la compañía.
Sin embargo, cuando una persona comienza con energía y vigor, pero que cae ante el primer indicio de adversidad será necesario crear una “vacuna” contra los contratiempos mediante la preparación de un plan B por adelantado.
“Dedique algo de tiempo a anticipar lo que podría salir mal y a crear un plan de juego. ¿Qué problemas prevé que surjan? ¿cómo podrían gestionar ese tipo de problemas? Asegúrese de especificar qué circunstancias justifican que la persona se dirija a usted y cuáles esperaría que abordara de forma independiente”, destacó Liane.
Los procesos ayudarán a eliminar las excusas, pero si estas persisten aplicando las técnicas señaladas tendrá el material necesario para una conversación sobre la gestión del rendimiento.
Artículo extraído de: https://www.eleconomista.com.mx
Escrito por: Elizabeth Meza Rogríguez
Enlace del artículo original: https://tinyurl.com/3x3y46sp
Ilustración: Mohamed Hassan / PIXABAY
