A medida que las pruebas alrededor de la semana laboral de cuatro días comienzan a concluir, muchos emprendedores están comenzando a contemplar la posibilidad de aplicarla de manera permanente en sus organizaciones. En ello tienen que ver los buenos resultados cosechados de los proyectos piloto, pero también la necesidad de mejorar los niveles de bienestar de los trabajadores, en un entorno marcado por la escasez de talento.
Sin embargo, no todo son beneficios, como prueba el testimonio de la emprendedora Jo Burns-Russell, recogido por Business Insider después de que su empresa participara en la prueba de la semana laboral de cuatro días que se ha realizado en Reino Unido durante seis meses para valorar su impacto en los negocios.
Los riesgos de aplicar la semana laboral de cuatro días en tu empresa
La relación con tus clientes. Tal y como destaca esta emprendedora, el primer bache que encontraron fue la comunicación con el cliente. Al aplicar la semana laboral de cuatro días, fue necesario hacerles entender que estarían disponibles un día menos cada semana. “La transparencia para llevar a cabo este cambio fue muy importante”, explica Burns-Russell.
Para conseguir que los clientes no notaran el descenso del número de horas de trabajo, la empresa puso en marcha un nuevo sistema, según el cuál todos los empleados debían “tener en su firma de correo electrónico los días que trabajaba y estaba disponible, y una nota sobre quién era la persona responsable a la que dirigirse si ella estaba ausente.”
Organizarse por turnos. Ante esta situación, la emprendedora optó por ofrecer a sus empleados la posibilidad de elegir entre librar el viernes para poder alargar su fin de semana o hacerlo el miércoles, “ya que algunos querían utilizar su día libre para sus propios proyectos.”
Sin embargo, la emprendedora se dio cuenta de que la semana laboral de cuatro días -o, en su defecto, de 32 horas- no será suficiente para hacer frente a todos los proyectos que a día de hoy tienen abiertos muchas empresas.
En este sentido, ha optado por una solución intermedia después de terminar la investigación: una semana de 35 horas que los empleados pueden repartir en cuatro o cinco días. “Una persona puede trabajar cuatro días durante una semana y probar a trabajar 5 la siguiente, siempre que los jefes lo sepan la semana anterior”, explica.
La prueba de la semana laboral de cuatro días termina con un gran éxito en Reino Unido
Las pruebas alrededor de la semana de cuatro días comienzan a arrojar sus primeros resultados. El primer país en publicarlos ha sido el Reino Unido, que lleva unos meses realizando una prueba piloto en la que han participado 61 empresas británicas, con unos efectos tan sorprendentes como positivos.
Así, después de probar la semana de cuatro días, el 92% de las empresas participantes en el estudio afirman que seguirán aplicándola en el futuro, mientras que 18 de las 61 -casi un tercio- la mantendrán de forma permanente. La causa de esta visión tan positiva son los resultados obtenidos, que muestran un aumento de la facturación del 1,4% de media.
Todo ello, mientras reducen de manera considerable el estrés y la ansiedad de los trabajadores, causante de problemas como el llamado Síndrome de Burnout. Así, las bajas por enfermedad cayeron un 65% después de aplicar la semana de cuatro días, y el 79% de los empleados reconocieron haber reducido su desgaste laboral. Además, la salida de trabajadores hacia otras empresas se redujo en un 57%.
Artículo extraído de: https://www.emprendedores.es
Escrito por: redacción www.emprendedores.es
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Ilustración: Mohamed Hassan / PIXABAY