Existen agentes químicos, físicos y biológicos que pueden suponer un riesgo para tus trabajadores, así como riesgos ergonómicos y psicosociales que también debes considerar para evaluar efectivamente los riesgos en tu centro de trabajo.

La evaluación de riesgos laborales es una obligación empresarial y una herramienta fundamental para la prevención de daños a la salud y la seguridad de los trabajadores.

Esta evaluación engloba los siguientes pasos:

  1. Identificar los peligros presentes, por áreas y/o por puestos de trabajo.
  2. Identificar el alcance de los daños, contemplando la posibilidad de que haya colectivos especialmente sensibles a determinados riesgos.
  3. Evaluar los riesgos e identificar medidas que se deben adoptar.
  4. Documentar los hallazgos, detallando las medidas ya adoptadas y las pendientes.
  5. Planificar las medidas pendientes e implementarlas.
  6. Revisar la evaluación y actualizarla cuando sea necesario.

Todo ello implica una gran variedad de situaciones y una cierta complejidad en la elección de las medidas preventivas más adecuadas. Conocer los riesgos y proponer las medidas más eficaces es vital para poder garantizar la disminución de los accidentes laborales.

En este artículo puedes descubrir qué riesgos físicos, químicos y biológicos pueden afectar a tus trabajadores y cómo identificarlos para establecer las medidas preventivas adecuadas.

Riesgos por agentes físicos

Los agentes físicos son formas de energía que tienen la capacidad de causar daños en la salud y seguridad de los trabajadores. Es el caso del ruido, las vibraciones, las radiaciones electromagnéticas o radiaciones, los relacionados con energía calórica o ambientes térmicos, entre otros

Todos los efectos físicos son medibles y se podrán cuantificar. Para calificar la gravedad de un riesgo físico desde su gravedad se deberá valorar desde la probabilidad de que se produzca y la severidad del daño, así como el efecto el tipo de trabajo, la indumentaria del trabajador o la época del año

Riesgos por agentes químicos

Se definen como la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado de la exposición a elementos químicos. Su gravedad dependerá de la naturaleza del agente químico y de las condiciones individuales o condiciones ambientales de cada caso.

Las principales vías de entrada de los agentes químicos son la inhalatoria, la dérmica, la digestiva y la parentenal o atravesando la capa de la piel. Todos estos riesgos suponen un peligro para la salud de los trabajadores como pueden ser mutaciones, alteraciones endocrinas, cáncer o incluso efectos sobre la reproducción.

Para identificar el peligro se deberá evaluar la exposición de los trabajadores, la metodología para identificar y evaluar los riesgos se puede consultar en la Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos presentes de los agentes químicos. 

Riesgos por agentes biológicos

Son los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o intoxicación como los son los virus, bacterias y hongos.

Los daños que pueden producir al trabajador dependerán de las variables del agente biológico así como las condiciones de exposición del propio trabajador. Es por esto que se clasifican en función de la capacidad que tienen para infectar, de la posibilidad de trasmitirse, dela gravedad de la enfermedad que causa y la disponibilidad de fármacos para combatir los efectos.

Riesgo Ergonómico

La ergonomía tiene en consideración factores físicos, cognitivos, sociales, organizacionales y ambientales que deben analizarse en su conjunto para optimizar el bienestar del ser humano. Sin embargo, hay dos grandes factores de riesgo como lo son los ambientales o la carga de trabajo que incluyen la iluminación, el ambiente térmico, el ruido, la postura de trabajo, la carga mental o la manipulación de elementos.

El 70% de las enfermedades profesionales relacionadas con trastornos del músculo esquelético están asociadas a el riesgo ergonómico. Por lo tanto, todas las medidas preventivas deberán ir encaminadas a adaptar al trabajador en el puesto y organización de trabajo

Riesgo Psicosocial

Son las condiciones de trabajo psicosociales u organizativas que afecta tanto al bienestar y salud de los trabajadores como al desarrollo del trabajo o los intereses empresariales.

Los efectos negativos de origen psicosocial se manifiestan como una respuesta al estrés e interaccionan con las expectativas, necesidades, capacidad y actitudes de cada trabajador. Por lo que es una fuente de riesgo que se debe gestionar.

Para gestionar los factores psicosociales se debe identificar, evitar, evaluar y controlar los riesgos por medio de un proceso de gestión que pueda prevenir, reducir o tratar la exposición al riesgo.

Al ser un riesgo no tangible es difícil de evaluar porque no hay una relación exacta o directa entre el factor del riesgo y el daño. Además, es difícil objetivar una situación como estresante y dependerá de la percepción de cada persona.

La identificación, evaluación y control de todos estos riesgos, está sujeta a una estricta normativa en materia de prevención de riesgos laborales que regula cada uno de los agentes para la protección de la salud de los trabajadores. Con CTAIMALEGAL podrás controlar todos los riesgos asociados a tu organización para evitar sanciones, reducir costes y prevenir accidentes de trabajo.

Noticia extraida de: https://prevencionar.com

Escrita por: Rodrigo Hernando y Josep Ma Olivé / Grupo CTAIMA

Enlace de la noticia original: https://bit.ly/31qjK9o