La Implementación de medidas preventivas y de apoyo puede marcar la diferencia en la salud y el bienestar de la fuerza laboral de la región.
El agotamiento laboral, conocido como burnout, se ha convertido en un tema crítico en el panorama laboral de América Latina. A medida que las demandas profesionales aumentan, la sensación de burnout se extiende, afectando a trabajadores en diversos países de la región. Hablemos de la situación del burnout en América Latina, brindando datos específicos por país y analizando las principales causas de este fenómeno.
En diversos países, incluyendo el nuestro, se registran bajos salarios, falta de pago y prestaciones, necesidad de tener varios empleos, trabajar en algo que no gusta, así como recorrer grandes distancias entre el trabajo y el hogar, todo esto aunado la falta de equidad de género, además de abuso y acoso en el trabajo.
En México, un alarmante 62 por ciento de los trabajadores reportan sentirse agotados constantemente. La sobrecarga laboral y la presión para cumplir con altas expectativas son factores que contribuyen significativamente al burnout en nuestro país. Por lo tanto, la necesidad de encontrar un equilibrio entre trabajo y vida personal se vuelve cada vez más apremiante.
De hecho, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desde antes de la pandemia México ya era uno de los países con más fatiga por estrés laboral, pues al menos 75 por ciento de sus trabajadores sufría esta condición, superando los niveles de China, 73 por ciento, y de Estados Unidos, 59 por ciento.
Por su parte, Brasil, no está exento de la epidemia de burnout, con un 56 por ciento de los empleados enfrentando esta realidad. La falta de reconocimiento, combinada con una cultura laboral competitiva, ha creado un entorno donde la fatiga y el cansancio mental son desafíos diarios. Así que la necesidad de crear ambientes laborales más saludables se hace evidente.
Mientras que en Argentina, un 58 por ciento de los trabajadores experimentan síntomas de burnout. La inestabilidad laboral, agravada por factores económicos, contribuye significativamente a la sensación de agotamiento. Además, la incertidumbre sobre el futuro profesional se suma a la carga emocional y física de los empleados.
Definitivamente la carga laboral excesiva es una constante en América Latina. Los empleados se enfrentan a expectativas poco realistas y a la presión de cumplir con objetivos ambiciosos, lo que resulta en agotamiento físico y mental.
Además, la falta de reconocimiento y recompensa por el arduo trabajo desempeñado es un factor desencadenante del burnout. Muchos empleados sienten que sus esfuerzos no son valorados, lo que afecta negativamente su motivación y bienestar.
Y es que la inestabilidad laboral y económica, exacerbada por crisis regionales, impacta directamente en la salud mental de los trabajadores. No obstante, la incertidumbre sobre el futuro profesional genera ansiedad y contribuye al agotamiento.
Cabe señalar que cada año se pierden 12 millones de días de trabajo debido a licencias asociadas a salud mental y las personas que experimentan burnout, tienen 2.6 veces más probabilidades de renunciar a su trabajo.
Artículo extraído de: https://www.merca20.com
Escrito por: Alejandra Castillo
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Ilustración: Mohamed Hassan / PIXABAY